La industria del papel couché o periodismo del
corazón es un sector económico con todas las de la ley. El grueso de la
producción se localiza de Despeñaperros para abajo porque allí nacen, aman, se
divorcian y luchan por sus herencias la mayoría de los personajes de esta ópera
bufa sin descansos que es el cotilleo nacional, pero se consume con avidez en
cualquier parte de España. La razón de esta concentración productiva es,
consideraciones culturales aparte, puramente meteorológica: una estrella
mediática del couché tiene que salir mucho a la calle para que los periodistas
que acechan –verdaderas abejas obreras del sector – la acosen con flashes y
preguntas. El medio laboral tiene que ser, por fuerza, de clima templado. ¿Se
imaginan a Isabel Pantoja y a su interminable clan en Santiago de Compostela,
todo el día arriba y abajo con los paraguas? Se la llevaba una pulmonía en
cuatro días, y no es plan, porque la tonadillera – curioso término que solo la
designa a ella en todo el orbe – nos tiene que durar aún muchos años. A estas
alturas, muchos se estarán preguntando por qué no voy directamente al grano de
una santa vez: sí, queridos lectores, Chabelita, hija adoptiva de Isabel (viuda
de Paquirri), hermana de Kiko Rivera (antes Paquirrín), indirectamente
hermanastra de los toreros Fran (ex-marido de la hija de la duquesa de Alba) y
Cayetano Rivera (pareja de la modelo Eva González), está embarazada de su novio
y amenaza con abandonar Cantora. Toreros, tonadilleras, majas, la duquesa de
Alba... ¡Solo falta Goya pintando cuadros! Por mucho que a Kiko le haya dado
ahora por ser DJ, no se dejen engañar por las apariencias de modernidad: el
couché está infiltrado en nuestro ADN cultural desde tiempos inmemoriales. Por tanto,
no se resistan y consúmanlo sin remordimientos. Hay cosas peores. Como el
aburrimiento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario