viernes, 12 de abril de 2013

MENTIROSOS (12/04/2013)

¿Se imaginan a todo un ministro de hacienda pillado con cuentas bancarias en Suiza llenas de dinero negro? Que nadie se alarme porque no estoy hablando de España, para variar. El escándalo Cahuzac estalló en la civilizada Francia la semana pasada, poniendo al presidente François Hollande casi contra las cuerdas. La primera conclusión que uno saca al leer del asunto es que la pasión por el dinero es la misma a ambos lados de los pirineos. Por el vil metal las amistades más sólidas se transforman en odios africanos y los amantes más cariñosos en jurados enemigos. Luego están las particularidades nacionales. Por ejemplo, los políticos franceses tienen oficios fuera de la política y al parecer los han ejercido. El exministro de hacienda francés es cirujano plástico especializado en reimplante capilar. ¿Se imaginan al ministro Montoro como propietario de la clínica de reimplante de pelo más importante de Madrid? El grito guasón “no nos tomes el pelo, Montoro”, se oiría hasta en la carrera de San Jerónimo. Hay otras diferencias, algo más serias. Por ejemplo, la forma de reaccionar al ser cazados en una mentira. En un comunicado público de disculpa antes de dimitir, el exministro Cahuzac decía: “me he metido en una espiral de mentiras y no he sabido salir de ellas. Estoy devastado por los remordimientos” ¡Un hombre público reconociendo que ha mentido! Hago memoria de todos los escándalos que en España han sido - y han sido muchos - y no logro recordar algo parecido. Ni siquiera con la bolsa de deportes al hombro, entrando en Alcalá Meco. Aquí todo el mundo se considera inocente hasta que se demuestra lo contrario, y después también. Porque pertenecemos a una subespecie ibérica de los mentirosos europeos, aún no identificada por los taxónomos. La de los mentirosos recalcitrantes.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario