viernes, 20 de diciembre de 2013

MANOS ARRIBA (20/12/13)

Que suba el precio de la luz hace tiempo que dejó de ser noticia. No en vano, la factura eléctrica de los consumidores españoles se ha incrementado un 63% en los últimos ocho años. Que el ministro del ramo afirme que los precios no subirán para desdecirse a la semana siguiente, desgraciadamente, tampoco sorprende demasiado. Con la excusa de la complejidad del sector y de que para entender la tarifa eléctrica uno debe estar titulado en varias ingenierías superiores, la clase política española nos lleva tomando el pelo con este asunto desde tiempos inmemoriales. Y esquilmando nuestros bolsillos, naturalmente. El ministro hace un esfuerzo pedagógico y afirma: “La realidad es muy simple. El coste de generar electricidad es mayor al precio que el consumidor paga por ella. Eso genera un déficit tarifario” Cuando oigo estas palabras se me pone cara de búlgaro subsidiado que ha vivido en la arcadia comunista hasta que la caída del muro le ha hecho despertar. ¿Es posible presentar el asunto de forma más cínica? ¡Ahora resulta que la culpa es nuestra, por dar la espalda a la realidad! Lo que el señor Soria olvida decir es que el coste de generar electricidad se ha disparado por la incalificable gestión de los políticos que le precedieron; aquellos que cometieron errores de cálculo gravísimos, que cuestan al contribuyente cientos de miles de millones de euros. Y mientras tanto, los directivos de las compañías eléctricas españolas son los mejor pagados del mundo y en sus consejos de Administración se han sentado y se sientan sin ruborizarse ex-Ministros de Economía y ex-Presidentes del Gobierno con sueldos multimillonarios. Creo que todo es más sencillo de lo que nos quieren hacer creer. Esto es un robo, pero sin guardar las formas. Por pura educación, díganlo: manos arriba, esto es un atraco.

viernes, 13 de diciembre de 2013

EL FUNERAL (13/12/13)

Todavía no somos muy conscientes de ello, pero el funeral por Nelson Mandela en Johannesburgo ha sido el más importante de la historia. Quizá le faltó el exotismo del entierro de Nabucodonosor II, rey de Babilonia, o la espectacularidad de las exequias del faraón Ramsés II, al que acompañaron bajo tierra unos cuantos infelices todavía vivos para llenar su copa de vino durante el último viaje, pero todo eso lo compensó con creces. Un pueblo multicolor, líderes políticos democráticos junto a dictadores irreductibles, asesinos que pronto arderán en el infierno, enemigos jurados que se saludan civilizadamente, primera ministra nórdica que provoca una escena de celos del matrimonio más poderoso del planeta, falso intérprete del lenguaje de signos inventando un nuevo baile que ya hace furor en todo el mundo... No lejos de allí, dentro de una caja, reposaría el cuerpo consumido de Mandela, ajeno ya a todas las tonterías humanas. ¡Grande Mandela! La crueldad, la ambición y el fanatismo religioso o político han cambiado a menudo el curso de la historia. Francamente, estamos hartos de verlo. Pero el caso de Mandela ha sido único. El ha demostrado el poder revolucionario de una fuerza que supera a todas las demás, pero que curiosamente está casi inédita en la historia de la humanidad: el perdón. Su causa era justa, justísima, fue un luchador por la libertad de su pueblo, el primer presidente negro de Sudáfrica, un hombre encantador... Todo eso no basta para explicar su grandeza. Mandela fue grande porque perdonó, y la extraordinaria fuerza de ese gesto ha quedado a la vista de todos en su funeral. Un funeral algo surrealista pero, en el fondo, cargado de sentido. La vida es una comedia breve. Más vale apresurarse en hacer algo que merezca la pena. Mandela lo hizo.

viernes, 6 de diciembre de 2013

ATAPUERCA (06/12/2013)

El miedo nos hace palidecer y sentir frío, porque la sangre acude rápidamente a las extremidades largas, donde podría ser necesaria para emprender una huída precipitada. Durante millones de años, las emociones han estado al servicio del ser humano para ayudarle a sobrevivir en un medio casi siempre hostil. Sentir miedo, ira, amor o asco, es un regalo de la evolución que nos ha salvado el pellejo en infinidad de ocasiones. Las emociones son un mecanismo tan sofisticado que se activa solo, sin necesidad de dar la correspondiente orden a nuestro cerebro; ya se sabe cómo son todas las burocracias: me dé por favor un poco de miedo que me ha parecido ver una amenaza mortal con el rabillo del ojo, rellene usted este formulario, y mientras tanto, el tigre con dientes de sable nos ha hecho un destrozo en la yugular que ya no tiene remedio. Pero hay un problema (hoy, ayer, siempre hay un problema) Todo ese paquete de emociones, resultado de millones de años de evolución, se nos ha quedado obsoleto. El animal más peligroso con el que nos cruzarnos hoy es el perro del vecino, que nos ladra, el muy cabroncete. Nuestro mismo vecino ya no nos incrusta un sílex en el cerebelo en cuanto le damos la espalda... ¡nos dice buenos días! Como resultado, andamos por el mundo con un catálogo de emociones caducadas (y descontroladas), que no son eficaces contra las amenazas de la vida moderna. Perder el trabajo y no poder pagar la hipoteca, por ejemplo. Hoy se publican los análisis de ADN del fémur de un homínido que vivió hace 400.000 años en la sierra burgalesa de Atapuerca. Tiempos duros, sin duda, pero más previsibles que los actuales. No sé qué dirá el ADN mitocondrial al respecto. Nuestro antepasado pasaba más frío, más hambre y moría antes. Pero sospecho que era más feliz.

viernes, 29 de noviembre de 2013

VIERNES NEGRO(29/11/2013)

El crack bursátil de 1929 tuvo un jueves negro seguido de un martes más negro aún, pero durante el viernes intermedio los inversores pensaron que la cosa solo podía mejorar. Viernes viene de Veneris dies, día de Venus, diosa de la belleza y del amor. No es casualidad que Robinson Crusoe bautizara así a su compañero de fatigas en la isla desierta en la que fue abandonado literariamente durante 28 años. ¿Le habría llamado Lunes? Lo dudo mucho. Por todas estas profundas razones culturales y sociológicas, no es extraño que los grandes almacenes estadounidenses eligieran este día de la semana para instaurar el Black Friday, o Viernes Negro, la gran jornada de compras tras el Día de Acción de Gracias que marca el comienzo de la temporada navideña. ¿A qué avispado genio del marketing se le ocurrió denominar un día de compras como si fuera el hundimiento de la economía mundial? A ninguno. De hecho, el sector ha intentado repetidamente cambiar el negro por otro color menos lúgubre, sin ningún éxito. Al parecer, la culpa la tiene un policía de Filadelfia con frustrada vocación poética (esto último es aportación mía, no lo busquen en Wikipedia) que describió así a la masa de personas y vehículos que inundaba las calles el día siguiente a Acción de Gracias y no dejaba ni un trozo de calle sin llenar. Los centros comerciales españoles han iniciado estos días una tímida campaña para tratar de importar la costumbre a nuestro país. Si Halloween y sus calabazas decoradas han triunfado, ¿por qué no el Black Friday? Eso sí, han mantenido la denominación inglesa con fundadas esperanzas de que el bajo nivel de idiomas de la población española les libre de las resonancias catastróficas. Creo que es un error. El Black Friday demuestra que no solo de compras vive el ser humano. También necesita poesía. Y sentido del humor.

viernes, 22 de noviembre de 2013

JFK (22/11/2013)

John Fitzgerald Kennedy tenía 46 años cuando una bala acabó con su vida hace medio siglo, en la calle Elm de Dallas. Su imagen derrochaba salud y vitalidad mientras su cuerpo era asediado por los achaques. Parecía la encarnación de la honestidad pero su apetito sexual desbocado le llevaba a ser un adúltero incorregible. Decía conocer el camino hacia el espacio exterior, la paz mundial y el fin de la guerra fría, pero interiormente era un hombre precavido, siempre al borde de la indecisión. JFK estaba destinado a ser un mito, y todas sus contradicciones lo confirman. A pesar de ellas, sus aportaciones a la historia de la humanidad fueron reales, y cambiaron la forma de ver el mundo. Destaca entre todas su apaciguadora, prudente y habilísima gestión de la crisis de los misiles cubanos de 1962; la sensatez de Kennedy en medio de la histeria de los asesores militares presidenciales salvó al mundo del apocalipsis nuclear. Una actuación providencial, otro rasgo inequívoco del mito. Y finalmente está su muerte, prematura, trágica e inesperada. Debo admitir que cada día me convencen menos las teorías conspirativas sobre su asesinato, y no soy el único: si a principios de siglo más del 80% de los norteamericanos todavía dudaban de la versión oficial de Lee Harvey Oswald como asesino solitario, ese porcentaje ha bajado al 60% en la última década. Me temo que la razón de este cambio sea el inexorable paso del tiempo. Las posibles conspiraciones son tantas y tan variadas, que conocerlas todas exige una inversión de esfuerzo que las nuevas generaciones de estadounidenses empiezan a no querer afrontar. A pesar de todo, JFK seguirá siendo un mito unas cuantas décadas más. Vendrán otros, pero no serán como él. Después, algún día, quizás pueda descansar en paz.

viernes, 15 de noviembre de 2013

COUCHÉ (15/11/2013)

La industria del papel couché o periodismo del corazón es un sector económico con todas las de la ley. El grueso de la producción se localiza de Despeñaperros para abajo porque allí nacen, aman, se divorcian y luchan por sus herencias la mayoría de los personajes de esta ópera bufa sin descansos que es el cotilleo nacional, pero se consume con avidez en cualquier parte de España. La razón de esta concentración productiva es, consideraciones culturales aparte, puramente meteorológica: una estrella mediática del couché tiene que salir mucho a la calle para que los periodistas que acechan –verdaderas abejas obreras del sector – la acosen con flashes y preguntas. El medio laboral tiene que ser, por fuerza, de clima templado. ¿Se imaginan a Isabel Pantoja y a su interminable clan en Santiago de Compostela, todo el día arriba y abajo con los paraguas? Se la llevaba una pulmonía en cuatro días, y no es plan, porque la tonadillera – curioso término que solo la designa a ella en todo el orbe – nos tiene que durar aún muchos años. A estas alturas, muchos se estarán preguntando por qué no voy directamente al grano de una santa vez: sí, queridos lectores, Chabelita, hija adoptiva de Isabel (viuda de Paquirri), hermana de Kiko Rivera (antes Paquirrín), indirectamente hermanastra de los toreros Fran (ex-marido de la hija de la duquesa de Alba) y Cayetano Rivera (pareja de la modelo Eva González), está embarazada de su novio y amenaza con abandonar Cantora. Toreros, tonadilleras, majas, la duquesa de Alba... ¡Solo falta Goya pintando cuadros! Por mucho que a Kiko le haya dado ahora por ser DJ, no se dejen engañar por las apariencias de modernidad: el couché está infiltrado en nuestro ADN cultural desde tiempos inmemoriales. Por tanto, no se resistan y consúmanlo sin remordimientos. Hay cosas peores. Como el aburrimiento.

viernes, 8 de noviembre de 2013

ESCUCHAS (08/11/2013)

La canciller Merkel está que trina después de enterarse de que los norteamericanos llevan escuchando sus conversaciones telefónicas desde la última vez que se puso unos vaqueros. ¡Eso no lo hacen los amigos!, ha exclamado, furibunda. El cabreo es comprensible. Igual que el alivio que habrá sentido el pobre agente de la NSA asignado al caso –la CIA está pasada de moda, hoy lo que mola es la National Security Agency – al enterarse de que la misión ha terminado después de tantos años. Parece que oigo los ¡pop! de las botellas de champagne, las lágrimas de alegría rodar por sus mejillas, los cientos de “congratulations!” que recibirá de compañeros y amigos. ¡Más de una década escuchando las conversaciones de Frau Merkel! Para que luego digan que ser espía tiene glamour. Trabajo no habrá tenido mucho, porque no veo a la mandamás alemana colgada del teléfono para comentar cualquier tontería. Pocos cotilleos que llevarse al cuerpo, ni un “espera, cutxi-cutxi, que ahora voy y me pongo aquello que me regalaste...” ¡O a lo mejor sí! Quién sabe si escuchar a la Merkel no ha sido el trabajo más emocionante y picante de toda la carrera de nuestro sufrido agente de la NSA. El pobre Obama también ha tenido un papelón. El programa de escuchas a 35 líderes mundiales, entre los que estaba la alemana, existía desde mucho antes de que tomara posesión del cargo, pero a él le ha tocado dar las explicaciones. En una asombrosa pirueta dialéctica para salvar sus principios sin dejar de ser presidente de los Estados Unidos, ha pedido a sus servicios de inteligencia que espíen “solo lo que necesiten” y no “lo que puedan”. Gracias, Barack, es todo un detalle. Por cierto, no me ha quedado claro si Rajoy estaba dentro de esa lista de líderes espiados. Haced como que sí, por favor. O se nos pondrá celosillo.

lunes, 4 de noviembre de 2013

BLATTER (01/11/2013)

El fútbol es el juego barriobajero por excelencia. Los gestos de caballerosidad son tan escasos – se reducen, básicamente, a lanzar el balón fuera del campo cuando hay un jugador rival lesionado – que cuando se produce uno, es costumbre que el público se ponga a aplaudir. En el fútbol vale casi todo: dejarse caer en el área para provocar un penalti, mentar a la madre de un contrario para sacarle de quicio, fingir una lesión para perder tiempo, pedir a voces el balón a un jugador rival para confundirlo, tratar de engañar al árbitro reclamando una infracción inexistente... Fuera del campo, en las gradas, la cosa no mejora. El público tiene vetado el contacto físico con el árbitro y los jugadores pero, en ocasiones, trata de compensarlo con el lanzamiento de algún objeto pequeño, duro y cantoso. Sus misiones fundamentales son: animar al equipo, amedrentar al rival, e intimidar al árbitro para torcer su buen juicio en favor de los locales. Para las dos últimas, echa mano de los insultos más terroríficos, lanzados a gritos desde el confortable anonimato. El fútbol no es un deporte noble. Creo que ni siquiera es un deporte. A lo mejor, esa es la razón más importante de su éxito. Por todo ello, no es extraño que el máximo dirigente del fútbol mundial sea una persona de la categoría del suizo Joseph Blatter. Esta semana, el presidente de la FIFA ha protagonizado una actuación lamentable, faltando al respeto a Cristiano Ronaldo con una imprudencia sorprendente, incluso para él. Ante las protestas del jugador y de su club, el Real Madrid, el dirigente se ha declarado “sorprendido” y ha ejecutado la clásica disculpa de los cínicos: “si te ha molestado, te pido perdón”. ¿Reconocer lo desafortunado de sus palabras? Jamás. Blatter lleva 15 años en el cargo y le queda alguno más. El fútbol no podría tener un representante mejor.

sábado, 26 de octubre de 2013

ALEMANES SILENCIOSOS (25/10/2013)

Sin hacer ruido, los dos grandes partidos políticos alemanes, el democristiano y el socialdemócrata, siguen negociando para alcanzar un pacto de gobierno. Comprendo que la noticia, dicha así, no vaya a ser trending topic en las redes sociales. Tampoco se prevén acalorados debates en las tertulias radiofónicas. En España estamos demasiado ocupados en asuntos identitarios, separatismos, sectarismos, asesinos que salen de la cárcel y corruptos que no entran, como para prestar atención a un tema tan... ¿aburrido? ¿O debería decir revolucionario? Volvamos al principio, para tomar conciencia de su significado. La CDU, el partido de Angela Merkel, y los socialdemócratas del SPD, son los equivalentes al PP y al PSOE en España. La gran coalición que están negociando significa, ni más ni menos, que el futuro gobierno alemán estará compuesto por ministros de los dos grandes partidos. ¿Se imaginan un gobierno de España con Rubalcaba sentado en la mesa del consejo de ministros junto a una bronceada Ana Mato? Ni un cataclismo nuclear lograría un prodigio semejante. Para los alemanes, sin embargo, no será la primera vez: en 1969 y 2005 ya tuvieron gobiernos de coalición entre las dos fuerzas políticas teóricamente antagónicas. ¿Por qué se habla tan poco en España de un acontecimiento tan revolucionario? Porque, más o menos conscientemente, no interesa al establishment ni a los creadores de opinión. ¿En qué ocuparía su tiempo un político español medio si no pudiera criticar a sus rivales? ¿En tener ideas? ¿Y qué sería del periodismo patrio si ya no se pudiera identificar claramente a amigos y enemigos? Sería la ruina de las dos mayores industrias del país, el alboroto y el sectarismo. Mientras tanto, los alemanes siguen a lo suyo. Un 66% de la población apoya la gran coalición. Casi sin hacer ruido.

viernes, 18 de octubre de 2013

EL DESGOBIERNO AMERICANO (18/10/2013)

Estos días se emite en televisión “La historia no contada de los Estados Unidos”, una serie de documentales, dirigida por Oliver Stone, que presenta una visión nada amable de la historia de la primera potencia mundial en el último siglo. Stone es una rara excepción en su país, más inclinado a exhibir el orgullo nacional que la autocrítica, y sospecho que sus documentales tendrán mucha mejor acogida a este lado del Atlántico. No comparto todos los puntos de vista del polémico cineasta – hacerlo así equivaldría a considerarlo infalible – pero desde luego admiro su valentía. La conclusión más importante a la que he llegado viendo su “historia no contada” es que, demasiado a menudo, los Estados Unidos de América han sido gobernados por individuos de capacidades muy limitadas. No me refiero a sus titulaciones en Harvard o Yale, sino a sus capacidades morales y a su empatía hacia el sufrimiento ajeno. Durante décadas, estos individuos de ética dudosa o directamente inexistente – y sus opuestos al otro lado del telón de acero – tuvieron al mundo en vilo con sus juguetes nucleares en el capítulo más vergonzoso y demencial de la historia humana. Esta semana, algunos norteamericanos han vuelto a dar muestras de esa mezquindad tan lamentable. Por suerte, esta vez no está en juego la vida en el planeta tierra; esta vez “solo” se trata de la estabilidad económica mundial. Un puñado de republicanos radicales, empeñados en echar abajo el programa sanitario del presidente Obama que aspiraba por fin a situar a su país en el concierto de las naciones realmente civilizadas, han puesto en jaque al gobierno de la nación. Mientras escribo estas líneas, leo que finalmente no lo han conseguido. Es lo que suele ocurrir en las películas americanas. Al final, casi siempre ganan los buenos.

viernes, 11 de octubre de 2013

MONTORO CONTRA WERT (11/10/2013)

En esa competición cerrada por ser el ministro más impopular de España, el de Hacienda ha decidido dar un puñetazo en la mesa. Apagados los ecos del inicio del curso escolar, que había puesto a José Ignacio Wert por delante en medio de un océano de camisetas verdes muy cabreadas, Cristóbal Montoro se ha lanzado a la ofensiva. El mes de octubre comenzó con la simbólica entrega de los presupuestos para 2014 al presidente del Congreso. ¿Se acuerdan de aquellos palés repletos de folios? ¿Y del simpático pen-drive? Pues olvídense. Lo que ahora se lleva es entregar los presupuestos metidos en un código QR, que es como un cuadrado abstracto que queda de lo más apañado en las fotos. Chúpate esa, Wert. Luego ha sido un no parar: que si las pensiones subirán un 0,25% (es decir, su poder adquisitivo bajará), gobiernos autonómicos de todos los colores mosqueadísimos por el reparto y declaraciones que parecen gasolina en un extintor: “los salarios no bajan, crecen moderadamente”. Toma ya, Wert, a ver si igualas ese titular. Montoro es insaciable. No contento con atizar todos los fuegos de su departamento, la emprende también con los de su acérrimo enemigo. Esta semana se ha descolgado con unas explosivas declaraciones sobre el cine español, al que, por cierto, ha vuelto a recortar la asignación presupuestaria: “los problemas del cine español no tienen que ver sólo con las subvenciones, también con la calidad”. Es de imaginar que las ronchas que ha levantado en el sector deben ser perfectamente visibles desde la luna. Lo curioso es que un ministro de Hacienda emplee argumentos tan alejados de la ciencia económica y se apropie de los de un crítico de cine. Los errores se pagan. Wert no ha dejado pasar la ocasión: “el cine español me gusta mucho”. Chúpate esa, Montoro. Continuará...

viernes, 4 de octubre de 2013

EL MAYOR ENEMIGO DE ARTUR MAS (04/10/2013)

A pesar del euroescepticismo creciente y de la antipatía que despierta la burocracia de Bruselas, la Unión Europea sigue siendo el proyecto político más avanzado del mundo. Naciones que medio siglo atrás se hacían pedazos unas a otras, han logrado superar sus diferencias y concentrarse en lo que les une: la vecindad geográfica, un pasado común y la aceptación de unas normas de juego basadas en la democracia y el respeto a los derechos humanos. No sé si alguien habrá notado que es exactamente lo contrario de lo que pretende el proyecto independentista de Artur Mas: concentrarse en la diferencia – la lengua – y olvidar lo común – una unión política de más de 800 años y una hermandad sentimental, sanguínea y cultural con el resto de españoles que hace imposible que uno solo de nosotros no tenga un antepasado catalán cuyos huesos reposen en esa tierra -. Esta semana, el presidente de la Generalitat visitaba Bruselas por tercera vez en menos de un año y recibía el portazo del presidente de la Comisión, Durão Barroso, que se excusó de recibirle “por problemas de agenda”. ¿Qué esperaba? ¿Una recepción con honores? Por muchas banderas estrelladas que enarbole, por muy apasionadas que sean sus protestas de adhesión a Europa, Artur Mas no podrá cambiar la realidad: el mayor enemigo de su proyecto separatista no vive en Madrid sino en Bruselas. La Unión no puede ser neutral ante la hipotética desmembración de sus socios, porque ese proceso atentaría contra su misma esencia. Abraham Lincoln declaró la guerra a los rebeldes. Afortunadamente, hoy existen métodos más sutiles. El lenguaje “gestual” de las autoridades comunitarias es claro como el agua: las aventuras secesionistas se pagan con la exclusión. Las últimas encuestas revelan que los escoceses han tomado buena nota. Los catalanes también lo harán.

viernes, 27 de septiembre de 2013

LUIS SORANDO (27/09/2013)

Cuando a un paisano le van bien las cosas, no solo en su tierra sino sobre todo lejos de ella, no es demasiado difícil alegrarse por su éxito. Si, además, el reconocimiento a su trabajo viene de la capital, hasta el más envidioso de sus vecinos lo celebrará. El triunfo de un compatriota también es un poco nuestro, como si parte de su sabiduría o su genio fueran la decantación de los talentos de todos los que crecimos cerca de él. A Luis Sorando le van bien las cosas en la capital, aunque muy pocos aragoneses lo sepan. No es de extrañar: Luis es director artístico y asesor histórico para cine y televisión, un oficio bastante discreto y poco convencional. En su caso, la fórmula del éxito es sencillísima; hacer de la obligación y la devoción una misma cosa, echarle más horas que un reloj y, en su libérrima condición de autónomo, saltarse cualquier frontera temporal de las que se usan comúnmente para regular las relaciones laborales: día-noche, laborable-festivo. Vamos, que si a alguien se le ocurre llamarle un domingo a las tres de la mañana, es probable que lo encuentre puliendo una armadura medieval o construyendo una réplica exacta de las cámaras que usaba Segundo de Chomón. Faena no le falta. Actualmente trabaja en una película y asesora a la serie de TVE “Isabel” para evitar gazapos que empañen su rigor histórico. Alguien estará pensando que su labor consistirá en evitar que Fernando el Católico luzca un Viceroy en la muñeca o que el cardenal Carrillo se tome unos huevos rotos para desayunar. No, en ese telar se hila más fino. Luis corrige el guión para que a los reyes católicos se les llame altezas reales y no majestades, para que la reina Isabel luzca “rostrillo” y no vaya con los pelos al aire, o para que el cadáver de Juana de Avis sea velado sobre un catafalco y no sobre la cama. Como debe ser. Que sigan los éxitos, Luis.

domingo, 22 de septiembre de 2013

TRAMPOSO, PERO SOLO UN POCO (20/09/2013)

Los humanos somos seres de una complejidad extraordinaria, inteligentes, abiertos al cambio, irreductibles a un juicio definitivo. Si se dan las circunstancias adecuadas, el criminal más despiadado puede convertirse en un honrado ciudadano y el alumno más torpe de la clase en un Albert Einstein. Sin embargo, por las mismas razones, parece deseable que para gobernar esta sociedad llena de seres complejos, inteligentes y abiertos al cambio, los elegidos sean personas más bien estables, que hayan alcanzado la madurez intelectual y honestas a tiempo completo. Esto último es, con mucha diferencia, lo más importante. Un dirigente puede cometer un error, pero no puede permitirse un solo desliz en el terreno de los principios éticos. No puede ser corrupto, pero solo un poco; no puede mentir, aunque solo sea de vez en cuando; no puede hacer trampas en días alternos. La consecuencia de cualquiera de estos actos debería ser inexorable: el abandono del cargo. En las democracias consolidadas, la presión social o la propia vergüenza del afectado suelen bastar para que éste presente la dimisión. En las democracias por consolidar, y desgraciadamente la española es una de ellas, las cosas funcionan de otra manera. El primer impulso del tramposo siempre es negar y el de sus conmilitones arroparle. Poco importa que esté en juego el prestigio de instituciones fundamentales del Estado, como el Tribunal Constitucional. Su actual presidente, Francisco Pérez de los Cobos, ocultó a la comisión del Senado que autorizó su nombramiento como magistrado que estaba afiliado al Partido Popular. Condición que no parece la más adecuada para pertenecer al intérprete supremo de la Constitución, pero que algunos todavía hoy se atreven a justificar. Milongas. Pérez de los Cobos hizo trampa. Pero, al parecer, solo un poco.

viernes, 13 de septiembre de 2013

LA CADENETA (13/09/2013)

El ser humano inicia la edad adulta con la excitante y abrumadora sensación de ser único e irrepetible. Sin embargo, una vez conocidas las grandes experiencias vitales – el amor de pareja, el sexo, las drogas, la amistad... – y otras más prosaicas pero también importantes – el primer coche, el primer piso, el primer trabajo... – le acechan la rutina y el aburrimiento. ¿Cómo hacerles frente? Evolucionando hacia una existencia más gregaria. O social, si se prefiere un término que no evoque necesariamente a un rebaño. Porque el fenómeno no es, en sí mismo, negativo. Una final de la Champions, un concierto de Coldplay, una misa del Papa (o una concentración de ateos), unos sanfermines, un mitin de un político con gancho (¿) no se conciben sin estar rodeado de una gran masa de gente con la que nos sentimos identificados. Siempre que una avalancha no nos aplaste, la experiencia puede ser emocionante, divertida e inolvidable. Sin embargo, nada está exento de riesgos. El verdadero peligro aparece cuando el gregarismo se apodera de la persona y le impide pensar por sí misma; cuando invade ese reducto de individualidad que todos deberíamos defender con la misma pasión con la que coreamos una canción, un slogan o un rezo. Cuando eso ocurre a muchos individuos simultáneamente, es la antesala de problemas serios. Como en Cataluña. Muchos catalanes padecen hoy una fiebre independentista irreflexiva, gregaria, festiva e irresponsable que puede llevar a toda la sociedad a un error garrafal. Por esa razón es necesario el referéndum. Porque no se acude a votar agarrado a una cadeneta. Porque, a través del voto, el individuo debe volver a reencontrarse consigo mismo, sin intermediarios. ¿Regresará así la sensatez a Cataluña? Nadie lo sabe. Pero, al menos, unos cuantos catalanes dejarán de celebrar el entierro como si fuera una fiesta.

viernes, 6 de septiembre de 2013

GARETH BALE (06/09/2013)

Ha sido el culebrón futbolístico del verano. Después de varios meses de tira y afloja, Florentino Pérez ha vuelto a salirse con la suya: Gareth Bale vestirá la camiseta del Real Madrid durante las próximas 6 temporadas. No ha sido un negocio barato, precisamente. El equipo blanco ha pagado al Tottenham Hotspur alrededor de 100 millones de euros, el mayor traspaso de la historia del fútbol. El mocetón galés tampoco ha ido mal servido: su sueldo semanal alcanzará la astronómica cifra de 350.000 euros, el doble de lo que gana el primer ministro de su país, David Cameron, en todo un año; la misma cantidad que un acomodado espectador del Santiago Bernabeu logrará ingresar en una década. Si antes no se queda sin trabajo, claro. Estamos en España, que nadie lo olvide; el país con la tasa de desempleo más alta de Europa. Ante cifras tan mareantes y en la situación de crisis económica que vivimos, no es de extrañar que se hayan levantado voces que tachan de inmoral el traspaso. ¿Quién establece qué cantidad es moralmente aceptable en una transacción económica? ¿El Papa Francisco? Mientras se trate de empresas privadas que paguen sus impuestos y cumplan las leyes, hay poco que objetar. Cuestión diferente es entablar un debate sobre si el fútbol es un espectáculo que acapara un espacio social excesivo a costa de otras manifestaciones culturales. A ese debate me apunto. Me gusta el fútbol e incluso lo practico, pero creo que los medios de comunicación le dedican una atención excesiva, que llega a ser anestesiante. ¿O debería decir “dedicamos” ? Sospecho que a Gareth Bale estas inquietudes se la traen al pairo. Bastante tiene con marcar goles sin que se le mueva el flequillo. A Florentino Pérez tampoco le quitarán el sueño. Está demasiado ocupado vendiendo camisetas.

viernes, 30 de agosto de 2013

SIRIA (30/08/2013)

Cuando escribo estas líneas, suenan tambores de guerra en Oriente Medio. En realidad, nunca dejaron de sonar. Tras dos años de guerra civil en Siria con más de 100.000 muertos, las potencias occidentales parecen decididas a una intervención militar, espoleadas por los informes que alertan de que el régimen de Bashar al-Asad ha empleado armas químicas contra la población civil. La complejidad del asunto es formidable. Por un lado, el régimen baathista de Damasco, teóricamente más laico que religioso, apoyado por Rusia, Irán y grupos radicales como Hezbolá; por otro, una amalgama de rebeldes que incluye desde demócratas hasta una nutrida representación de Al-Quaeda, apoyados por las potencias occidentales y la Liga Arabe. ¿Alguien se aclara? De lo que no hay duda es que esto es un avispero del tamaño de un cesto de la ropa sucia. Desde Washington se asegura que el objetivo del ataque no es defenestrar a Bashar al-Asad sino dar una respuesta contundente al empleo de armamento químico prohibido. ¿Se trata entonces de una simple reprimenda? ¿Cuántos cachetes – léase misiles – se le administrará al díscolo presidente sirio? Por favor, que alguien presente pruebas contundentes del ataque químico; el precedente de las armas de destrucción masiva irakíes que nunca aparecieron debería servir de advertencia. Si ese ataque se produjo, adelante con los faroles. Sacudir avisperos no parece sensato, pero tampoco lo es contemplar cómo se hacen cada vez más grandes y permitir que personajes indeseables se pasen el Derecho Internacional Humanitario por el arco del triunfo. Espero que acierten. Por las pobres gentes de Siria, en primer lugar. También por nosotros, los occidentales. La experiencia nos ha enseñado que entrar en una guerra es fácil. Lo complicado es encontrar la puerta de salida.

viernes, 23 de agosto de 2013

ONE DIRECTION (23/08/2013)

Todos sus componentes son descartes de un programa de talentos de la televisión británica que no los consideró suficientemente buenos. Un productor avispado los juntó, les dio un nombre fácil de recordar y los lanzó a las turbulentas aguas del negocio de la música, a competir por la suculenta tarta del mercado teen. La jugada salió bien. En menos de tres años, el grupo One Direction se ha convertido en el fenómeno fan más importante del momento y sus discos se venden por millones. Sus promotores no pierden el tiempo: esta semana han presentado en Londres su primera película, un documental cuyo estreno simultáneo en todo el mundo ha llevado a sus fans al borde de la histeria. El fenómeno no es nuevo. Empezó con Frank Sinatra, pasó por los Beatles, los Pecos y Miguel Bosé en España, y no ha parado hasta llegar a Pablo Alborán y los grupos de niños guapos anglosajones con One Direction como último representante. En ocasiones la música acompaña, y en otras es completamente prescindible. Lo que no puede faltar son los gritos, los desmayos, los sujetadores voladores y las promesas de amor eterno. El fenómeno fan es casi exclusivamente femenino y un misterio profundo para muchos hombres. Sospecho que las pasiones que despiertan los chicos de One Direction tienen poco que ver con la música y mucho con una sexualidad incipiente que se desea y se teme al mismo tiempo; una histeria vivida desde la tranquilidad que da el saber que se suspira por algo que nunca se llegará a alcanzar. Lejos de todas estas sutilezas, el adolescente – chico – de ayer, de hoy, de siempre, seguirá preguntándose: ¿Por qué se vuelven tan locas? ¿Qué tienen ellos que no tenga yo? Paciencia, compañero. Dentro de poco se fijarán en ti. Mientras tanto... ¿por qué no tratas de imitar el peinado?

viernes, 16 de agosto de 2013

GUARDIA CIVIL (16/08/2013)

Agosto es el mes de la Guardia Civil. Durante el resto del año su hispánica estampa pasa más desapercibida, pero en verano, cuando nos da por ir a la playa o a la montaña, allí están ellos. Vaya que si están. Este puente de agosto, en el que se prevén 7 millones de desplazamientos, serán más de 10.000 agentes velando por la seguridad en las carreteras y desanimando con su presencia a todo aquel que quiera pasarse el código de circulación por el forro. Con la Benemérita no se bromea. Conozco a más de uno que es capaz de ponerse farruco con un Policía Local, pero que cuando tiene delante un uniforme verde oliva se achanta más que un gorrión. Es comprensible: los encuentros con estos agentes de la ley no suelen olvidarse. 13 de agosto, Huesca, en plenas fiestas de San Lorenzo. Me dispongo a tomar la salida de la ciudad y tropiezo con un control. Con mi coche semi-tuneado y mi camiseta negra de los "Sick Brains" – el mejor grupo de hard-rock de España -, las posibilidades de que me den el alto son elevadísimas: llevo el uniforme de alguien que debería tener el torrente sanguíneo infestado de calimocho. En efecto; un guardia civil armado con un sopla-sopla me invita a detenerme. “Buenos días. ¿Ha bebido usted alcohol?” “No, en realidad no vengo de Huesca” – respondo señalando la bolsa de Confiterías Vilas que descansa en el asiento del copiloto – “He parado un momento para comprarle estas castañicas de mazapán a mi mujer”. El agente se detiene unos instantes, como si repasara mentalmente su enciclopédica base de datos de excusas de automovilistas que pretenden librarse del soplido. Creo que encuentra un hueco, un vacío. "Esto es nuevo", parece pensar. Satisfecho, saluda marcialmente y dice con una media sonrisa: “Continúe”. No he bebido una gota, pero respiro aliviado. Quién quiere problemas con la Guardia Civil.

viernes, 9 de agosto de 2013

FUTUROS MILLONARIOS (09/08/2013)

Dicen que todos los niños nacen con un pan debajo del brazo. Ignoro si el refrán sigue vigente o si ha caído en desuso a fuerza de sonar a broma de mal gusto. Es probable que esta maldita crisis haya ido recortando ese famoso pan que alegraba el sobaquito de los churumbeles hasta dejarlo en panecillo. Como esto siga así – si las previsiones de esa desagradabilísima institución llamada FMI se cumplen – pronto los niños de este país nacerán con un minúsculo bollo industrial que se parecerá tanto al pan de verdad como un huevo a una castaña... Pero que nadie desespere. No todo es apocalípticamente pesimista. Si su vástago ha venido al mundo en estos años de penuria contagiosa y paro rampante, tiene muchas más posibilidades de llegar a convertirse en millonario que otro nacido, pongamos por caso, en medio de la euforia económica que nos llevó a dejar el suelo patrio cosido con ristras de adosados a medio terminar. Cojamos la lista Forbes en sus cinco primeros puestos. Warren Buffett, el multimillonario gurú que convierte en oro todo lo que toca, nació en 1930, en medio de la Gran Depresión. Carlos Slim, el mexicano, en 1940, durante el conflicto armado más sangriento de la historia. Larry Ellison, estadounidense, nacido en 1944 mientras sus compatriotas se afanaban en encontrar la manera de acabar por la vía rápida con el molesto imperio nipón. Nuestro compatriota, Amancio Ortega, nacido en marzo de 1936... sobran las aclaraciones. Bill Gates nació en la plácida década de los 50 con ganas de arruinar mi teoría, pero no puede: simplemente, es la excepción que confirma la regla. Tiempos duros engendran triunfadores, millonarios, hombres y mujeres hechos a sí mismos. Cuide usted de su bebé. Con algo de suerte, le proporcionará una vejez acomodada y sin sobresaltos.

viernes, 2 de agosto de 2013

EL MAQUINISTA (02/08/2013)

Luis Bárcenas habrá maldecido su suerte en la cárcel de Soto del Real: se decide por fin a tirar de la manta, y un trágico golpe del destino le saca de los titulares. Ya volverá. A día de hoy, Francisco José Garzón, el maquinista del tren accidentado en Santiago de Compostela, se ha convertido, a su pesar, en el protagonista casi absoluto de la actualidad. Señalado desde el primer momento como responsable del peor accidente ferroviario ocurrido en España en los últimos 40 años, la imagen de ese hombre menudo, con el rostro bañado en sangre y mirada abismada, en compañía de un policía instantes después del fatídico impacto, ha sido contemplada con avidez por los consumidores de noticias de todo el mundo. A velocidad vertiginosa – todo es prisa alrededor de una catástrofe – apareció un comprometedor perfil de Facebook, y quisimos saber si estaba casado, si tenía familia y durante cuántos años había conducido trenes y de qué clase. A medida que aparecieron, y lo siguen haciendo, nuevos datos de la catástrofe - el atestado policial, su declaración ante el juez o las cajas negras –la responsabilidad del maquinista se ha hecho cada vez más nítida, y la curiosidad pública quiere penetrar hasta en la mente del infortunado: ¿Por qué no frenó? ¿En qué estaba pensando? En el fondo, nos reconocemos en él, nos sabemos perfectamente capaces del error fatal; y nos cuesta apartar la mirada de ese hombre aplastado por su conciencia. ¿Hasta cuándo? ¿Queremos asistir a su destrucción total? Personalmente, no. Creo que el morbo, como la venganza, surge de la contemplación del sufrimiento ajeno cuando falta la compasión. Estoy seguro de que la compasión hacia los familiares de las víctimas les ha aportado sosiego y paz. Yo siento lo mismo por ese pobre maquinista. Ojalá, algún día, pueda encontrar la paz.

viernes, 26 de julio de 2013

CAZADOS (26/07/2013)

A principio de mes, el jefe del Servicio Catalán de Tráfico en Gerona fue “cazado” por un radar móvil circulando a 160 kilómetros por hora en una autopista. Irónicamente, regresaba de asistir a una comisión de tráfico encargada de fijar un plan para reducir la siniestralidad en las carreteras a la mitad. A las pocas horas, con buen criterio, el infractor presentó la dimisión. Para muchos, conducir a esa velocidad por autopista - y probablemente con poco tráfico - quizá no suponga una conducta excesivamente temeraria. Sin embargo, el hecho de que un alto responsable de Tráfico no tenga programada en su cerebro, casi automatizada, la obligación de respetar el límite de velocidad, es síntoma de un ambiente social que no acaba de asumir por completo las normas de circulación. Normas que la propia sociedad se ha dado a sí misma, lo que no deja de ser paradójico. No es un síntoma aislado; hay otros. Me pregunto, por ejemplo, si existe algún otro país civilizado donde se anuncien los detectores de radares “para evitar multas” en los programas de radio de mayor audiencia. O donde se difunda la localización de los radares fijos ¡en la mismísima página web de la DGT! El uso sistemático de la palabra “cazado” al informar de las infracciones de tráfico es algo más sutil, pero quizá traicione el sentimiento de ver a la autoridad en esos casos como un cazador que emplea una trampa... Es evidente que no basta con un código de circulación estricto para inspirar prudencia en los conductores; hace falta el consenso social que estimule a las autoridades a hacerlo cumplir. Actualmente disponemos de una tecnología disuasoria con la que no sería difícil reducir los accidentes a la mitad, pero no se emplea en todo su potencial. Las autoridades huyen de la impopularidad como de la peste. Una vez más, tenemos exactamente lo que nos merecemos.

viernes, 19 de julio de 2013

PÚBLICO VERSUS PRIVADO (19/07/2013)

Es un debate inagotable. En él se ventila la forma de gobernar la sociedad, y casi de entender la vida. En un lado están los liberales, la derecha, que confía en la iniciativa individual y desconfía de la gestión pública por ineficiente y burocratizada. En el otro los progresistas, la izquierda, que fomenta lo público como elemento integrador, garante de la igualdad y la redistribución de la riqueza. Es regla de la dialéctica que para que un debate tenga verdadera trascendencia debe cumplir un requisito fundamental: que las dos partes tengan algo de razón. Una excesiva presencia del sector público en la sociedad tiene efectos perniciosos, como alegan los liberales y confirma la experiencia histórica. Igualmente, la ausencia total de regulación pública conduce al colapso del sistema, como acaba de demostrar la crisis financiera que ha sacudido los cimientos de las economías occidentales. ¿Dónde está el punto medio? Cada caso necesita una respuesta diferente, alejada de dogmatismos. Creo que hay actividades en el interior de un hospital público – distintas de la atención médica directa – que pueden ser llevadas a cabo perfectamente por empresas privadas. Por otro lado, hay sectores de gestión privada que nadie discute, como las telecomunicaciones, donde la situación dista mucho de ser la ideal. Un ejemplo reciente: en Fórnoles han estado dos semanas sin teléfono por culpa de una avería que no ha sabido subsanar la empresa que presta el servicio. En el fondo, público y privado no son realidades comparables. El sector público ostenta la superioridad moral y soporta el deber de velar por el bienestar de todos y de trabajar por una sociedad más justa. En ocasiones, dando un paso al frente; en otras, retirándose humildemente para dejar paso a las empresas. Siempre que estas demuestren hacerlo mejor.

viernes, 12 de julio de 2013

LA CONQUISTA DEL ANETO (12/07/2013)

El 20 de julio de 1842, el botánico francés Albert de Franqueville y el militar ruso Platon de Tchihatcheff alcanzaron la cumbre del Aneto por primera vez. La cima más alta de los Pirineos (3404 m.) y la tercera de España tras el Teide y el Mulhacén. Por desgracia, la conquista que me ocupa en estas líneas tiene muy poco que ver con el sano deporte del montañismo. En 2010, la cadena de televisión catalana TV3 denominaba al Aneto como uno de los montes emblemáticos de Cataluña. Wikipedia, en su versión catalana, recoge a día de hoy que, “para algunos”, el Aneto es el punto más alto de los Països Catalans. ¿Es necesario aclarar que en realidad está en Huesca, Aragón, España? Por supuesto que no. Lo triste del asunto, y una muestra palmaria de la eficacia del “falsea que algo queda”, es que el mismísimo Instituto Geográfico Nacional, dependiente del Ministerio de Fomento, acaba de publicar unos mapas que sitúan el Aneto ¡en el valle de Arán! Como es lógico, a la metedura de pata han seguido las disculpas y rectificaciones de rigor. La cuestión es que en Aragón empezamos a no sorprendernos demasiado de los intentos del nacionalismo catalán de rehacer la historia a su medida y hasta los mapas si el botín es lo suficientemente apetitoso. Es obvio que el Aneto lo es. Los estados se forman y se desmembran desde tiempos inmemoriales. Adelante pues con el independentismo, la construcción nacional y la fabricación de fronteras los que tengan ganas; las emociones fuertes están garantizadas. Sin embargo, el pasado, señores nacionalistas, es el que es. No se puede cambiar a voluntad. El Aneto pertenece a Aragón, hoy como en 1842. Como parte de España también pertenece a los catalanes, cómo no, pero no se puede escamotear al descuido. Porque no nos lo vamos a tragar.

viernes, 5 de julio de 2013

PRESUNTO ASESINO (05/07/2013)

Es norma periodística bien sabida que cuando se escribe de un imputado sobre el que todavía no ha recaído sentencia, siempre hay que adjuntar a su condición de delincuente la palabra “presunto”. Lo que no tiene demasiado sentido, si uno se detiene a pensarlo: ¿no se presume que todos somos inocentes mientras no se demuestre lo contrario? ¿No sería más propio hablar de “el acusado de asesinato”, en lugar de “el presunto asesino”? En todo caso, no se tiene noticia de ningún imputado que se haya quejado. En el caso de José Bretón, cuyo juicio se está celebrando esta semana, tampoco es probable que eso ocurra. Las pruebas incriminatorias se acumulan en su contra con tal abundancia, que estará más preocupado en sostener una estrategia de defensa medianamente creíble. No lo tiene fácil. Después de casi dos semanas de juicio, cuesta creer que haya alguien alrededor de este proceso que todavía dude que fue él quien mató a sus hijos y los quemó en una hoguera en su finca cordobesa de las Quemadillas. Presuntamente, claro. Me pregunto si su abogado cree en su inocencia. ¿Y el propio José Bretón? ¿Qué pasa por la cabeza de ese hombrecillo acomplejado, narcisista y dominante? Ese es el grandísimo misterio de este caso, que pasará con letras mayúsculas a los anales de la historia criminal en España. Si mató y quemó a sus hijos, ¿cómo soporta la carga de un crimen tan horrendo? Si no lo hizo, ¿por qué se comporta de forma tan pasiva? Un elemento clave de este caso sí ha quedado ya suficientemente demostrado: el odio que sentía José Bretón hacia su mujer. Como si el universo de los sentimientos fuese circular, Bretón habría pasado directamente de un amor extremo, enfermizo, al odio más visceral. Como quien cruza una puerta. Un amante atormentado convertido en asesino. En un presunto asesino.

viernes, 28 de junio de 2013

INDECISIÓN (28/06/2013)

Tradicionalmente, cuando un partido político pasaba a la oposición después de una legislatura en el banco azul, sus dirigentes aprovechaban la circunstancia para reorganizar filas, hacer limpieza de las figuras políticas ya amortizadas, y acodarse confortablemente en una barrera de sombra para contemplar al enemigo desgastarse a ojos vista, dando capotazos al temible miura que es el gobierno de este país de locos llamado España. Por desgracia para algunos, esos tiempos han pasado. En los actuales, en medio de la crisis económica más profunda de las últimas décadas, el gobierno del Partido Popular se desgasta, sí; pero el Partido Socialista, en la oposición, sufre tanto o más. Los partidos pequeños se rebelan en las encuestas y ya nadie se atreve a predecir qué puede pasar en las próximas elecciones generales. Con este panorama vuelto del revés no deja de ser lógico que los grandes dilemas sobre el futuro del partido se planteen en casa de la oposición. El primero de todos, elegir el cabeza de cartel para las próximas elecciones. Rubalcaba parece agotado, sin el impulso necesario para afrontar el desafío. Griñán, presidente del partido, acaba de anunciar que no se presentará a la reelección en Andalucía para dejar paso a rostros nuevos, mandando un mensaje al secretario general para que acelere los plazos de unas posibles elecciones primarias. Rostros nuevos, de acuerdo, ¿pero cuándo? ¿En medio del temporal actual que podría destruir las opciones de un candidato poco cuajado? ¿O es mejor esperar al último momento, cuando las elecciones estén a la vuelta de la esquina? La respuesta no la conoce nadie. Rubalcaba tampoco. Pero creo que hasta él mismo es consciente de que entre el acierto y el error se encuentra la peor decisión de todas. La falta de decisión misma. La indecisión.

viernes, 21 de junio de 2013

JUSTICIA (21/06/2013)

Es una palabra que no puede faltar en cualquier ley importante que se precie, en los discursos solemnes, en las declaraciones de principios. No en vano, la justicia es uno de los grandes anhelos del ser humano. Para satisfacerlo, el estado pone a disposición del ciudadano un procedimiento y unos funcionarios, los jueces y fiscales, que velan por el cumplimiento de las leyes. Sobre el papel, todo perfecto. El problema viene cuando hay que descender a pie de obra, porque es allí donde se necesitan botas de pescador truchero para no hundirse en el fango de mentiras cruzadas, intereses y estrategias que conlleva la práctica real de la administración de justicia. Basta con abrir un periódico y consultar el estado de los procesos judiciales que llenan sus páginas: el caso Gürtel, Palau, Brugal, los ERE, Nóos, Bárcenas, entre los asuntos de corrupción política; el caso de los niños desaparecidos Ruth y José, el asesinato de Marta del Castillo o el accidente provocado por Ortega Cano, dentro de los asuntos penales; la tragedia de miles de desahucios, entre los civiles. En muchos de estos procesos coinciden algunos de los principios más elevados concebidos por el espíritu humano como la presunción de inocencia, con muestras de la peor bajeza: en particular, la mentira deliberada de algunos imputados para salvar el pellejo aun a costa del sufrimiento de las víctimas, de la justicia o del bien común que muchos juraron defender; o la falta de dignidad, valor y honor para afrontar las consecuencias de los propios actos. La justicia no es un espectáculo bonito y su práctica profesional está desaconsejada para espíritus sensibles. Más allá del boato de las togas y las maderas nobles, el trabajo de jueces y fiscales se parece a menudo al de los fontaneros en las cloacas. Desagradable pero necesario.

viernes, 14 de junio de 2013

SUELO (14/06/2013)

El Tribunal Supremo acaba de sentenciar que el suelo no debería estar donde lo fijaban las hipotecas ofertadas por muchos bancos y cajas españolas durante años. Que esa edificación financiera es ilegal por opaca, y que si a los tipos de interés les da por bajar hay que dejarles, para beneficiar a los clientes que pactaron unas cuotas hipotecarias variables. Es el fin de las “cláusulas suelo”, una práctica bancaria a todas luces injusta pero que los consumidores toleramos durante años con una sumisión sorprendente. Si los tipos de interés suben – en perjuicio del cliente – no hay techo alguno; pero si bajan a partir de un límite, le ponemos un suelo e impedimos que este cliente se beneficie. Nos vieron cara de tontos, no hay duda. En nuestro descargo hay que decir que todo se operaba con la habilidad que solo dan los años de experiencia, la piel curtida de tratar con muchos españolitos incautos y ganarse su confianza con un trato familiar, pegajoso como la tela de araña que atrapa al primero que pasa. Se evitaba la expresión “cláusula suelo” para no despertar la suspicacia de los pocos valientes que se atrevían a preguntar. En su lugar se insertaba un párrafo de jerga financiera tan incomprensible, que no valdría ni para que Groucho Marx hiciera un chiste con él: nadie se reiría. Si los bancos han estado cobrando de más durante años, ¿no sería justo que lo devolvieran? El Tribunal Supremo no se ha atrevido a ir tan lejos. Según él, estas cláusulas son ilegales no por abusivas, que es lo que son, sino por falta de transparencia en la información a los clientes. Como resultado, la sentencia no tiene efectos generales y retroactivos. Alegrémonos, a pesar de los pesares. No todos los días el poderoso caballero Don Dinero recibe una bofetada tan sonora y merecida. Me entran ganas de ponerme a aplaudir.

viernes, 7 de junio de 2013

PESADILLAS (07/06/2013)

La peor pesadilla de un columnista consiste en volver a escribir la misma columna, sin enterarse, y que un lector le avise cuando la tragedia se ha consumado y los mismos argumentos y gracietas ya están en negro sobre blanco, para su eterna vergüenza. ¡Pero si de eso ya escribiste, chaval! Solo de pensarlo me entran sudores fríos. Hace un año y medio, me escandalizaba en esta columna de que la troika recomendase para Grecia la bajada del salario mínimo como medida para reactivar la economía. Ahora es el gobernador del Banco de España el que aboga por bajar los 645 euros y 30 céntimos del salario mínimo español, uno de los más bajos de Europa. Me repetiré, pero con la atenuante de ofuscación profunda: ¿este señor se ha vuelto loco? O es malo o muy torpe, y las tres posibilidades son aterradoras. ¿Quiere vivir en un país en el que puedan existir legalmente explotadores y explotados, estos últimos trabajando de sol a sol a cambio de un sueldo que no les llegue para vivir? Porque eso es exactamente lo que pasaría. En la coyuntura española actual, de todas las posibles medidas para atacar el paro – simplificación de contratos, flexibilización del despido, bajada de cotizaciones sociales, fomento del crédito para emprendedores – la bajada del salario mínimo es la más inútil y la más cobarde. Se limita a cambiar parados por esclavos. También la menos inteligente. Es una invitación formal a tomar el palacio de invierno, a la revolución pura y dura, y en ese tipo de eventos sociales no suelen ser muy amables con los directivos bancarios. Tengo que revisar mi ranking de pesadillas y hacer algunos cambios. Después de todo, repetirse no está tan mal. La peor de todas es soportar una clase dirigente de privilegiados viviendo a nuestra costa, pero fuera de la realidad. A ver si despertamos.

viernes, 31 de mayo de 2013

EXPRESIDENTES (31/05/2013)

Alguna editorial debería sacar un libro de autoayuda para expresidentes del Gobierno. Se me ocurren un montón de contenidos: cómo redactar las memorias, cómo evitar declaraciones fuera de tiesto, cómo ejecutar la perfecta sonrisa institucional, un vademécum de frases políticamente correctas... Por el amor de Dios, ¿tan difícil es? Al parecer sí. La pasada semana, José María Aznar provocó un escándalo considerable al criticar abiertamente al gobierno de Rajoy en una entrevista para televisión, llegando a insinuar la posibilidad de una vuelta a la política activa. El suyo fue un ejercicio de deslealtad hacia su propio partido como no se había visto jamás en un expresidente del gobierno hasta la fecha. Advierto que no practico el odio político, pasatiempo hispano por antonomasia. Aquí entre los que odian a Felipe González, los que no tragan a Aznar y los que no pueden ver a Rodríguez Zapatero sin soltar un juramento, casi completan la nómina de los españoles. Creo que por el solo hecho de haber ocupado el puesto político más difícil y sacrificado que existe, todos merecen respeto y agradecimiento. Sí, Aznar también. Ahora bien, el expresidente popular debería reflexionar sobre su conducta reciente y comprender que lo que se espera de él es algo muy distinto: en lugar de declaraciones de alto voltaje, discreción; en lugar de arrogancia, humildad. Su momento político ha pasado – para siempre – y más vale que lo entienda. De lo contrario, sufrirá y hará que otros sufran con él. Alguien dirá que es inútil recomendar humildad a alguien que luce flequillo y un vientre como una tableta de chocolate a sus 60 años, y que por tres conferencias ingresa lo mismo que con su sueldo anual de expresidente. Vaya mundo de locos. A lo mejor es verdad. Pero no por ello dejaremos de intentarlo.

viernes, 24 de mayo de 2013

ABORTO (24/05/2013)

El ministro de Justicia ha vuelto a abrir la caja de los truenos. La interrupción voluntaria del embarazo - ¿por qué los eufemismos son siempre tan largos? – vuelve a estar de actualidad a raíz de las intenciones declaradas de Gallardón de anular la reforma de 2010 que permite a las mujeres abortar libremente dentro de las primeras catorce semanas de gestación. Personalmente, creo que acabar con la ley de plazos sería un error. Sin embargo, en lo que se refiere al debate de ideas me encuentro en un terreno intermedio, bastante incómodo, y trato de que no me alcancen epítetos tan poco agradables como fundamentalista, misógino, asesino, nazi, y otros que se oyen por ahí, en medio de la calentura. A los que sostienen el “No al aborto” habría que exigirles que pensaran como legisladores, que establecieran claramente qué consecuencias deberían afrontar, en su opinión, las mujeres que aborten. ¿La cárcel? Creo que aquí la persecución penal no tiene ningún fundamento. El proyecto de vida que se aborta está tan íntimamente ligado al cuerpo de la mujer que lo lleva, que ni siquiera el estado debería inmiscuirse entre ambos. Luego están las cuestiones éticas, claro. Casi todo el mundo estará de acuerdo en que abortar cuando el feto está muy desarrollado es un acto de dudosa moralidad. De esta tesis se deduce que el no-nacido, en algún momento antes de su salida al mundo, es un “ser” portador de un derecho moral a que no se acabe con su vida. ¿Cuándo nace ese derecho? ¿A las catorce semanas y un día? Problemático. Tanto, que me obliga a discrepar de los que consideran el aborto como un derecho de la mujer. O de los que defienden que sea pagado con dinero público. El aborto es un acontecimiento dramático, íntimo, al que es muy difícil dar respuesta legal, ética, y hasta personal. Incluso dudo que un ministro sea capaz de hacerlo.

viernes, 17 de mayo de 2013

LENGUAS (17/05/2013)

Debo comenzar estas líneas con una declaración solemne: soy monolingüe. Es obvio que mi sensibilidad respecto al controvertido tema de las lenguas será diferente a la de un fragatino o a la de un calaceitano, pero tampoco pienso que mi condición de castellanohablante exclusivo me convierta en un individuo más tosco o con menos capacidad de transmitir ideas dignas de consideración. Además, una de las grandes ventajas del monolingüismo y de que la lengua en que te expresas no tenga ningún valor “nacional”, es que el legislador te presta poca atención. Nadie te da la barrila con las rotulaciones de tu negocio, el cuarto idioma de tus hijos en el colegio o sobre cómo hay que llamar a la lengua que hablas. Como ya habrán imaginado, todo esto viene al caso del esperpéntico espectáculo que hemos dado en Aragón con la aprobación de la nueva Ley de Lenguas. El Partido Popular, en un patético esfuerzo por evitar el término “catalán”, se ha metido en un lío absurdo que ha sido bien aprovechado por sus adversarios. Estos se han sacado de la manga un acrónimo que ha hecho fortuna – el LAPAO – a pesar de que, al parecer, no se emplea en ningún momento en ley. Lo tienen bien merecido. ¿Qué clase de Groucho Marx concibió la denominación “Lengua Aragonesa Propia del Aragón Oriental”? Los argumentos empleados no son menos delirantes: el Partido Popular sostiene que el catalán en Aragón es una lengua foránea o ajena. Ya puestos, ¿por qué no también el castellano? Que el desbocado independentismo catalán sea poco de fiar – te das la vuelta y te quitan el Aneto en los atlas escolares – no lo justifica todo. Catalán, castellano, aragonés, fragatino, chapurriau – la denominación poco importa - son todas lenguas españolas. Patrimonio de todos. También de este humilde monolingüe.

lunes, 13 de mayo de 2013

BANGLADESH(10/05/2013)

Es sorprendente que lo ignorásemos casi todo de un país de 170 millones de habitantes. El octavo más poblado de la tierra. En los últimos días, dos sucesos trágicos han llenado las portadas de los periódicos de todo el mundo para sacarnos de esa bendita ignorancia. Hace dos semanas, el derrumbe de una fábrica textil atrapaba fatalmente a 900 personas, la mayoría mujeres, que se hacinaban en su interior en condiciones lamentables. A los pocos días, decenas de personas morían en los disturbios provocados por grupos islamistas radicales que pedían la pena capital para los blogueros blasfemos contra el profeta Mahoma. ¿Coincidencia? Cuesta creerlo. De la noche a la mañana, Bangladesh se ha convertido en un caso de laboratorio para explicar gran parte de los conflictos que afectan hoy al mundo: fanatismo religioso, violencia, explotación económica de los países del sur, dificultades de la democracia para arraigar en un ambiente de injusticia social. Las claves del asunto son bien conocidas. El sector textil occidental quiere producir al mínimo coste. El gobierno bangladeshí, asegurar sus exportaciones. Unos cierran los ojos – nosotros, los occidentales – mientras los otros toleran la explotación de sus compatriotas. Mientras tanto las trabajadoras textiles sufren, pero no quieren perder sus míseros empleos. ¿Cómo salvar el orgullo de un país entero? Para un número creciente de bangladeshíes, con la violencia religiosa, nefasta solución, típica en los varones. Vivimos en un mundo complejo, y a la vez diabólicamente simple. Porque el caso de Bangladesh demuestra que los problemas están interconectados, y que es ingenuo buscar la solución a uno sin tener en cuenta los demás. Hasta ayer lo ignorábamos todo. Me temo que ya no podremos vivir sin saber de ellos.

viernes, 3 de mayo de 2013

FÚTBOL ES FÚTBOL (03/05/2013)

Veintidós hombres en calzón corto tras un objeto redondo que solo pueden tocar con los pies, intentando hacerlo pasar entre los tres palos del pequeño reducto que defiende cada equipo. No estoy describiendo un juego que practicaran las civilizaciones precolombinas y que acabase con el equipo vencedor comiéndose las entrañas palpitantes de los perdedores. Pero admitan que lo parece. Estoy convencido de que el éxito arrollador del fútbol como espectáculo de masas tiene mucho que ver con su primitivismo, con esos mecanismos emocionales que excitan los juegos de pelota desde tiempos inmemoriales y que se han transmitido desde los aztecas de Tenochtitlán hasta las tribus futboleras de la actualidad. Detractores tampoco le faltan. Para muchos ese primitivismo, la simplicidad del juego y las astronómicas cifras de dinero que maneja hacen del fútbol un fenómeno detestable y culturalmente atrasado. Jóvenes con habilidades tan poco productivas como patear un balón se convierten en modelos sociales sin merecerlo; entrenadores deslenguados sin ninguna sabiduría práctica conocida, en celebridades; los clubs de fútbol acogen a menudo como dirigentes a personajes dudosos, arribistas o mentirosos profesionales que utilizan el escaparate público para promocionar sus negocios. No estoy descubriendo nada nuevo. Cualquier aficionado a este deporte está al corriente de todas sus lacras. Pero lo que verdaderamente cuenta es que durante las últimas dos semanas, en España y Alemania, se ha hablado más de la Champions League que de la crisis o el paro. Millones de personas han dado esquinazo a sus problemas por unas horas y han celebrado juntas la victoria o llorado la derrota. ¿Podrían lograr lo mismo yendo al teatro o escuchando a Brahms? Para bien o para mal, me temo que no. Ya lo dice el dicho: fútbol es fútbol.

viernes, 26 de abril de 2013

HITLER (26/04/2013)

Parece increíble que nadie advirtiera, con un solo golpe de vista, que ese hombre estaba loco de atar. Su bigotito ridículo, su gestualidad de actor barato, su mirada fanática... ¿no eran pistas clarísimas? Setenta años después de su muerte, Adolf Hitler, una de las figuras más nefastas de la Historia, continúa despertando una fascinación extraordinaria. Se siguen publicando libros, artículos y documentales sobre esa locura colectiva llamada Alemania nazi, y se diría que el apetito del público no decrece con los años. ¿Contemplación de la desgracia ajena con fines compensatorios, vulgarmente conocida como “morbo”? Solo en parte. Esa insistencia en asomarse al pozo oscuro también responde a motivaciones más higiénicas mentalmente hablando, y de una indudable utilidad social: se trataría de comprender por qué misterioso proceso un pueblo teóricamente civilizado puede acabar siguiendo a un líder tan malvado y destructivo. Para no volver a repetirlo, claro. Estos días ha aparecido en España la última de estas publicaciones, “El oscuro carisma de Hitler”, del británico Laurence Rees. Durante el acto de presentación, el autor dio una sencilla y brillante explicación del totalitarismo: una de las cosas más difíciles del mundo es asumir las culpas y responsabilidades propias, porque todos estamos predispuestos a proyectar nuestras frustraciones sobre otros en forma de odio. De perfecta aplicación a los tiempos actuales. Como español en crisis, cabreado con motivos, siento nítidamente la tentación de no querer asumir la parte de responsabilidad que me toca por el formidable lío en el que andamos metidos. Infinitamente más pequeña que la de muchos políticos y banqueros, pero responsabilidad a fin de cuentas. De momento no veo ningún loco con bigote. Creo que la cosa tiene remedio. 


viernes, 19 de abril de 2013

II REPÚBLICA (19/04/2013)

Como es tradición, conmemoran la proclamación de la II República y piden la llegada de la tercera. Este año, por obra y gracia de Urdangarín y otros azotes recientes de la institución monárquica, la manifestación republicana del 14 de abril fue especialmente concurrida. Confieso que no tengo muy claro qué parte de la II República se conmemora. ¿Se refieren a la azañista, a la cedista o a la del Frente Popular? Creo que hay tanta confusión en torno a este período de nuestra historia, que sería conveniente aclararse antes de empezar a pedir la tercera a golpe de bandera tricolor. Los comunistas parecen hoy los campeones de la democracia republicana. Sin embargo, en contra de lo que Franco se empeñó en hacer creer, la república no fue un régimen político de extrema izquierda. Hay que recordar que el jefe del primer gobierno republicano, Niceto Alcalá-Zamora, pertenecía a un partido llamado Derecha Liberal Republicana y que eso no le impidió ocupar la jefatura del estado entre 1931 y 1936. Tampoco fue una arcadia feliz. La II República fracasó rotundamente en el intento de crear un marco de convivencia democrática para todos los españoles, y de la responsabilidad de ese fracaso no se escapa casi nadie. Más obviedades que necesitan ser repetidas: la disyuntiva entre monarquía y república que se vivió en España en abril del 31 no tiene absolutamente nada que ver con la que podría plantearse hoy. Entonces se enfrentaban democracia republicana vs. monarquía oligárquica, mientras que hoy se trataría de sustituir una forma de jefatura de estado por otra, dentro de una democracia consolidada. La II República no llegó a alcanzarla. Sobre el papel fue un proyecto de regeneración apasionante y bienintencionado. Loable en muchos aspectos. Pero desgraciadamente, en lo político, modelo de casi nada.

viernes, 12 de abril de 2013

MENTIROSOS (12/04/2013)

¿Se imaginan a todo un ministro de hacienda pillado con cuentas bancarias en Suiza llenas de dinero negro? Que nadie se alarme porque no estoy hablando de España, para variar. El escándalo Cahuzac estalló en la civilizada Francia la semana pasada, poniendo al presidente François Hollande casi contra las cuerdas. La primera conclusión que uno saca al leer del asunto es que la pasión por el dinero es la misma a ambos lados de los pirineos. Por el vil metal las amistades más sólidas se transforman en odios africanos y los amantes más cariñosos en jurados enemigos. Luego están las particularidades nacionales. Por ejemplo, los políticos franceses tienen oficios fuera de la política y al parecer los han ejercido. El exministro de hacienda francés es cirujano plástico especializado en reimplante capilar. ¿Se imaginan al ministro Montoro como propietario de la clínica de reimplante de pelo más importante de Madrid? El grito guasón “no nos tomes el pelo, Montoro”, se oiría hasta en la carrera de San Jerónimo. Hay otras diferencias, algo más serias. Por ejemplo, la forma de reaccionar al ser cazados en una mentira. En un comunicado público de disculpa antes de dimitir, el exministro Cahuzac decía: “me he metido en una espiral de mentiras y no he sabido salir de ellas. Estoy devastado por los remordimientos” ¡Un hombre público reconociendo que ha mentido! Hago memoria de todos los escándalos que en España han sido - y han sido muchos - y no logro recordar algo parecido. Ni siquiera con la bolsa de deportes al hombro, entrando en Alcalá Meco. Aquí todo el mundo se considera inocente hasta que se demuestra lo contrario, y después también. Porque pertenecemos a una subespecie ibérica de los mentirosos europeos, aún no identificada por los taxónomos. La de los mentirosos recalcitrantes.   

viernes, 5 de abril de 2013

PREFERENTES (05/04/2013)

El engaño comienza con el mismo nombre: las participaciones preferentes emitidas por bancos y cajas de ahorros no tienen nada de preferentes. Todo lo contrario. Sus poseedores se encuentran con el culo al aire si las cosas vienen mal dadas. Más engaños: las preferentes son un producto de inversión y no de ahorro, circunstancia que se disfrazó a sus incautos compradores que pensaron que estaban contratando algo similar a un plazo fijo y que podrían recuperar su dinero en cualquier momento. Se argumenta ahora que se trata de un producto financiero complejo, poco aconsejable para inversores poco avezados. ¿Por qué se ofreció entonces al ciudadano de a pie, con claro abuso de confianza por parte del personal de las oficinas? Esto no se dice tan a menudo: porque los inversores de verdad no querían saber nada de un producto sospechoso, conocedores del olor a podrido que despedían muchas cajas de ahorros, entrampadas en la burbuja inmobiliaria. En algunos casos, las mismas instituciones –sus directivos, no el personal de oficina- sabían que estaban vendiendo un producto financiero del que muy pronto no podrían responder ni pagar rentabilidades de ninguna clase. ¿Por qué lo hicieron? Porque necesitaban liquidez, y no una liquidez cualquiera. Necesitaban desesperadamente fondos que pudieran contabilizar en sus balances como recursos propios, para cumplir así con los famosos tests de resistencia. Sí, esos que hicieron exclamar a todo un presidente del gobierno que teníamos “el mejor sistema financiero de la comunidad internacional”. Una gigantesca estafa. Un tocomocho de guante blanco. Si no se encuentra una solución justa para los afectados, la mancha de la vergüenza nos alcanzará a todos. Porque está en juego la credibilidad del sistema, del país entero. Como si no tuviéramos ya bastantes problemas.

viernes, 29 de marzo de 2013

KANT (29/03/2013)

No puedo vivir más con esta carga, hasta aquí hemos llegado, lo confieso: jamás he leído a Kant. Toda la vida justificando mi incapacidad para el bricolaje y los trabajos manuales con la supuesta condición de intelectual, y ahora resulta que jamás he leído una sola línea del más influyente de los filósofos modernos. Pero, vamos, es que ni un hojeo rápido. Merecería ir por la vida mellando los quicios de las puertas, miope perdido, porque no soy digno de las gafas que llevo. Menos mal que en este mundo hay individuos más coherentes, capaces de hincarle el diente a la “Fundamentación de la metafísica de las costumbres” (1785) y destilar para nosotros pequeñas píldoras de sabiduría kantiana que nos ayuden a pasar por este valle de lágrimas. Es lo que hizo el pasado lunes Emilio Trigueros con un brillante artículo en las páginas de El País. “Actúa solo de tal forma que puedas desear que tu comportamiento se convierta en ley universal”, dice Kant. Verdad catedralicia. Cuando el ladrón regresa a casa después de un duro día de trabajo, desea que sus joyas, su dinero en efectivo y su televisión de plasma se encuentren en el mismo lugar donde los dejó. El corrupto, que la caja donde metió la mano todavía contenga fondos suficientes para que la institución a la que engañó pueda continuar con su bienhechora misión. El nepotista, que al resto de sus congéneres no les dé por contratar, como él, a sobrinos inútiles o “hijos de”, y que los aviones no se caigan o alguien descubra una cura para la esclerosis múltiple. El conductor temerario espera no encontrarse de frente a un tonto tan tonto como él. El agresor no quiere ni oír hablar de agresores sueltos por ahí... La mejor prueba de que uno está frente a una ley filosófica universal es su sencillez apabullante. Quizá deberíamos empezar a leer a Immanuel Kant.

viernes, 22 de marzo de 2013

ESCEPTICISMO (22/03/2013)

El rasgo más acusado del temperamento español es el apasionamiento. Cuando interioriza una actitud o una idea la sigue hasta sus últimas consecuencias, aunque estas le acerquen peligrosamente a la destrucción. En un arrebato de religiosidad inventamos la Inquisición, en un arranque de orgullo escupimos en la cara de Napoleón, y llevados por el servilismo nos sometimos durante cuarenta años al gobierno despótico de un hombre mediocre y sin moral. El español no hace nada a medias. Si hoy el estado de ánimo que nos domina es el escepticismo, como buenos españoles nos entregamos a él sin reservas. Un día dejamos de creer en la clase política y los banqueros, y hoy denostamos a los maestros de primaria y a los médicos. Mañana serán los panaderos, los bibliotecarios o los guardavías. El rey ha dejado de ser un tipo campechano, las películas de Almodóvar ya no son transgresoras sino chabacanas, y el sueño de organizar unos juegos olímpicos nos parece de una ingenuidad insoportable. ¿De verdad somos todos tan rematadamente malos? Qué demonios, por supuesto que no. Quizá muchas de las cosas que juzgamos con benevolencia en el pasado no eran tan estupendas como creíamos. Quizá nos sobrevaloramos como país. Pero confundir la parte con el todo – la clase dirigente actual, con el conjunto de la sociedad – es un error que no deberíamos cometer. Ni siquiera esa clase dirigente es realmente el problema: analizados individualmente, la mayoría no son peores que usted o que yo. Lo que España necesita es un impulso democrático para completar el de 1978, que se nos ha quedado corto. Necesitamos volver a la canción-protesta, que surjan caras nuevas, nuevos partidos políticos de siglas exóticas. España necesita volver a creer en algo. Empecemos por nosotros mismos.

viernes, 15 de marzo de 2013

FRANCISCO I (15/03/2013)

Por primera vez un Papa iberoamericano, jesuita y de nombre franciscano. Jorge Mario Bergoglio parece una buena persona. Dicen que es hombre austero y de preocupaciones más sociales que intelectuales, lo que va en consonancia con los tiempos. Pero allí acaba toda su modernidad. Creo que más que un verdadero cambio, su elección expresa un deseo de apariencia de cambio, centrada en los adjetivos antes que en lo sustantivo. La Iglesia Católica como institución religiosa, más allá de su labor humanitaria encomiabilísima y de su cercanía al dolor y a la pobreza en muchas partes del mundo, se encamina a paso firme hacia la irrelevancia social. Si en un país como España, antaño considerada “la reserva espiritual de Occidente”, el 70% de la población se declara católica pero solo el 10% de éstos acude regularmente a misa, no hace falta ser un teólogo brillante para deducir que la Iglesia tiene un problema grave de credibilidad. Ya perdonarán la arrogancia en un día de tantas humildades, pero creo que la razón de fondo es siempre la misma: la postergación absoluta, injusta y anacrónica de la mujer en el seno de la institución. ¿Alguien medianamente listo puede creer que las mujeres van a seguir haciendo la sopita a los cardenales en sus solemnes residencias romanas, dando así por buena su contribución al proceso de elección de un Papa por otros dos mil años más? Nanay. ¿A nadie se le ha ocurrido pensar que algunos de los asuntos más candentes de la Iglesia – celibato, homosexualidad, pederastia, anticoncepción – están directamente relacionados con esa tensión sexual no resuelta, que no es sino una lucha disimulada por el poder? A lo mejor resulta que Francisco I sí es consciente de todo ello. Y que está dispuesto a dar la gran sorpresa. Si eso ocurre, no me dolerán prendas: cantaré a los cuatro vientos mi error.

viernes, 8 de marzo de 2013

CHÁVEZ (08/03/2013)

En Venezuela, un litro de gasolina cuesta un céntimo de euro. Allí la aguja del nivel de combustible de los coches, que en los países no bendecidos con el maná del petróleo se empeña siempre en cortejar a las rayitas rojas de la reserva, es un indicador carente de dramatismo. Como las manecillas de un reloj en domingo. Al leer el dato, no puedo negarlo, quise ser venezolano. Luego vi por televisión las imágenes del cortejo fúnebre del comandante presidente Hugo Chávez Frías. ¡Qué muestras de amor por el malogrado líder! Buceé en mi cabeza buscando un político en España cuya desaparición pudiera despertar esas manifestaciones de duelo, pero volví a la superficie sin aliento y con las manos vacías. Y sentí que el caudillismo tenía sus ventajas. Con un guía supremo al frente del país se acabaron las angustias cada cuatro años para decidir a quién votar; fin a la cansina sucesión de presidentes en la que el titular actual siempre hace bueno al anterior. Con una revolución perpetuamente inacabada se acabaron los programas electorales anodinos, el pesimismo nacional, el incómodo realismo de las cuentas públicas y la prima de riesgo. Somos pueblo, somos patria, somos destino, a ver qué democracia europea es capaz de producir un guión más emocionante. Todo se estropeó cuando seguí leyendo. La información contrastada, es lo que tiene. Venezuela sufre un 30% de inflación anual, las finanzas públicas más caóticas del mundo, los índices de violencia más escandalosos, el aniquilamiento del derecho a discrepar, un culto desmedido a la personalidad... De pronto, ya no quise ser venezolano. ¿Que la gasolina está por las nubes? Cogeremos la bicicleta, que es muy sano. ¿Que la clase política es un erial de personalidades capaces y honestas? Buscaremos a otros. Aunque tengamos que mirar debajo de las piedras.

viernes, 1 de marzo de 2013

PAPA (01/03/2013)

Cuando Benedicto XVI anunció al mundo su decisión de renunciar lo hizo en latín y sin avisar, dejando en evidencia a los periodistas que asistían al acto, sorprendidos como escolares poco aplicados ante un examen inesperado. Sutil venganza del pontífice contra los plumillas. En los últimos tiempos, la prensa mundial solo informa con verdadero entusiasmo de los asuntos de la Santa Madre Iglesia cuando el escándalo se pasea por los pasillos del Vaticano: pederastia, financias turbias, secretarios traidores, conspiraciones cardenalicias, crímenes pasionales en la Guardia Suiza... Personajes como Dan Brown y su código Da Vinci han podido pagarse chalets exentos con piscinas olímpicas y jardines donde perderse, a costa del apetito insaciable del público por los thrillers vaticanos. Hay otra circunstancia de la vida corriente de los Papas, solo un poco menos morbosa, que también actúa como un imán para la atención mediática: su muerte y la consiguiente elección de uno nuevo. Durante varios días, los noticiarios de todo el mundo abren con la noticia del color del humo que sale por la humilde chimenea de la suntuosa capilla Sixtina. Si el nuevo Papa no muere en circunstancias sospechosas a las pocas semanas, termina la novedad y regresa la calma. ¡Horror! ¡La rutina no vende novelas! ¿A quién le interesa el gobierno pacífico de la Iglesia? Benedicto XVI, desde hoy simplemente Joseph Ratzinger, hombre inteligente, ha sabido interpretar este amarillismo vaticano como una inequívoca señal de decadencia. Por eso, entre otras razones, decidió actuar. Con su renuncia, ha robado a los medios de comunicación el espectáculo de su propia muerte. Se retirará a un convento a rezar y ha avisado que no cuenten con él. Nadie, ni los anticlericales más furibundos, se han atrevido a criticarle. Por algo será.

viernes, 22 de febrero de 2013

TRANSPARENCIA (22/02/2013)

Es la nueva palabra mágica. La solemnidad de sus trece letras, su versatilidad – también se acepta “trasparencia”, a emplear cuando no queramos pasar por refinados – y la rotundidad sonora de su juego de vocales, la hacen de presencia obligada en el discurso de todo político de partido mayoritario que se precie. Parece que su sola mención va a acabar con los micrófonos-florero, los “nomeconsta”, los ex-tesoreros de partido blindados por secretos inconfesables y los misterios ere y sus millones evanescentes. Hoy en día, hasta el Papa de Roma tiene que ser transparente. El problema de tanta transparencia es que nos enteramos de los sueldos que gana el personal, y nos da por hacer comparaciones. ¡Ahora entiendo por qué mis padres me decían que era de mala educación hablar de dinero! Tomemos dos ejemplos, uno de cada partido mayoritario para que nadie se ofenda, aunque hay muchos más. Pedro Solbes, ex-ministro del gobierno del Partido Socialista Obrero Español, es fichado en 2011 por la compañía Enel (que tomó el control de Endesa cuando él ocupaba el ministerio de Economía) que le paga una retribución anual de 250.000 euros. Barclays le contrata como asesor con un sueldo de 70.000. Una eléctrica y un banco. Angel Acebes, ex-ministro del Partido Popular, es fichado por Bankia en 2011, donde permanece hasta el hundimiento de la institución, 8 meses después. 163.000 euros de retribución. A continuación es fichado por Iberdrola, que le paga un sueldo de 300.000 euros anuales. Un banco y una eléctrica. Con estas cifras, con esta confitura de intereses, con esta vergonzosa sucesión de ocupaciones públicas y privadas, ¿quién quiere transparencia? Para mi tranquilidad de espíritu, me quedo con la ignorancia y la opacidad. Definitivamente, la transparencia está sobrevalorada.

viernes, 15 de febrero de 2013

CARNE(15/02/2013)

Jennifer López demostró que es una mujer de armas tomar. En respuesta al código de vestimenta que la cadena CBS había impuesto para la retransmisión de los premios Grammy, la actriz y cantante se presentó en el evento con un vestido provocador: era imposible enseñar más pierna. La verdad es que el dichoso código era bastante impertinente. “Por favor, asegúrese de que las nalgas y los pechos femeninos estén adecuadamente tapados”, decía con un lenguaje a medio camino entre la frialdad anatómica y la sordidez rijosa del censor de toda la vida. Las más feministas no se han puesto de acuerdo. Algunas critican que todas las advertencias de recato se dirigían a las mujeres y no a los hombres, mientras que otras se preguntan por qué muchas cantantes han hecho de la exhibición de sus cuerpos algo inevitable. No es de extrañar la discrepancia, porque el asunto tiene su miga. Creo que es innegable que la mujer tiende a enseñar, insinuar o marcar las líneas de su anatomía mucho más que el hombre, y que la razón va mucho más allá de lo puramente sexual o instintivo. La apariencia de la mujer está directamente relacionada con el poder, o mejor, con el reparto del poder con el otro sexo. No es casualidad que aquellas organizaciones políticas o religiosas que exigen recato a las féminas, están siempre dominadas tiránicamente por los hombres. Tapar el cuerpo de la mujer es siempre la antesala de su marginación a todos los niveles, político, social y económico. Los impulsores de los códigos de vestimenta, en occidente, se defienden diciendo que no es esa la cuestión; alegan que no se puede enseñar todo, y que a la carnalidad alguien debe ponerle un límite. A lo mejor es verdad pero... ¿quién me asegura que J.L. no lee La Comarca? Que lo haga otro. Sinceramente, yo no me atrevo.

sábado, 9 de febrero de 2013

LA GOTA Y EL VASO (08/02/2013)

Soy consciente de que, a estas alturas, media España está hasta el gorro del desagradable asunto de los sobresueldos en la cúpula del Partido Popular. Me uno a ese cansancio. El problema es que, al tratarse de un episodio que pronto figurará en la lista de los grandes escándalos políticos de la historia de España – junto al del estraperlo o el caso Matesa -, me siento obligado a dedicarle unas líneas, aunque solo sea para dejar constancia de que, tristemente, yo estuve aquí. En efecto, en primer lugar, de tristeza va la cuestión. No entiendo a aquellos que parecen regocijarse de la lamentable situación que atravesamos, simplemente porque ha golpeado de lleno “al enemigo”; me parece de tontos no darse cuenta de que viajamos en el mismo barco y de que la vía de agua, si no se tapona, nos acabará mandando a todos al fondo. ¿Aceptó el presidente sobres con dinero negro? That´s the question. Nótese que digo si los aceptó, porque doy por seguro que se los ofrecieron. No es difícil llegar a esta conclusión. Creo que es imposible encontrar a un solo español que no haya pagado o cobrado, al menos una vez en su vida, mediando dinero negro. O que no se lo hayan ofrecido. En un sector tan propenso a la corruptela como la política, ¿por qué las cosas iban a ser distintas? Sin embargo, en este asunto, conviene hacer distingos: no es lo mismo el dinero negro, que el dinero negrísimo, sucio, o directamente delictivo. Y no es lo mismo recibir siendo un trabajador que no puede negarse, que un alto funcionario con un bonito sueldo. Usted y su conciencia sabrán, señor presidente. Si aceptó esos sobres, tráguese el sapo y saboréelo. Por mi parte, la única esperanza es que, de todo este lío, pueda salir algo de provecho. Que cambien las reglas, los partidos y las personas. Que algún día podamos decir que hubo una gota que desbordó un vaso.

viernes, 1 de febrero de 2013

MONOS ESPACIALES (01/02/2012)

Irán ha lanzado un mono al espacio a bordo de un cohete, y aseguran que ha regresado sano y salvo después de alcanzar los cien kilómetros de altura. Muchos se preguntan por las verdaderas intenciones del presidente Ahmadineyad y su inesperado interés por emular al fotogénico J.F.K., con medio siglo de retraso y una cara de malo que tira para atrás. Los malpensados creen que el programa espacial iraní es una tapadera para seguir haciendo pruebas de misiles balísticos sin ser importunados, con la siniestra esperanza de poder enviarles algún día un recadito nuclear a sus archienemigos israelíes. Sean cuales sean los motivos, que iraníes o chinos se planteen salir a pasear al espacio ya es una novedad. Desde 1973, ningún ser humano ha estado a más de 600 kilómetros de la tierra. En occidente, todo el entusiasmo por la carrera espacial que se generó en la década de los sesenta parece haberse evaporado cincuenta años después. ¿Qué nos ha pasado? Las razones de este desengaño son económicas, tecnológicas, y hasta casi biológicas: los científicos que se dejan hoy las pestañas para hacer posibles los viajes espaciales del futuro, trabajan en realidad para sus bisnietos. A diferencia de sus colegas de la era Kennedy que tenían una recompensa al alcance de la mano - ¡Llegar a la luna! ¡Comerles la tostada a los soviéticos! - , a los técnicos de la NASA del siglo XXI les faltan alicientes para comer atropelladamente un sándwich todos los días y hacer más horas que un reloj. Bueno, al menos nos quedan los iraníes y sus monos espaciales. Los escépticos piden pruebas de que el mono que aparece en las fotografías recién llegado de la estratosfera, es el mismo que salió de Teherán. La cosa no está fácil. Se ignora su nombre y hasta hoy no se le ha permitido hacer declaraciones.