Los americanos no están de moda en España, para que nos vamos a engañar. Como si acabaran de hundir nuestra flota al pim pam pum en la guerra de Cuba. Zapatero se acuerda siempre del cumpleaños de Bush pero a éste le da por no ponerse al teléfono. Dicen que le sentó mal que el leonés no se levantara al paso de la bandera de las barras y estrellas...¿no sería la ciática? El caso es que, en España, hablar bien de los yanquis es retrógrado, imperialista y de derechas. Qué grave error. No, no voy a fundar un club de fans de George Bush. Estoy convencido de que el mundo sería un lugar mejor si el tejano no ocupara la Casa Blanca. Afortunadamente, los Estados Unidos son un país grande y contradictorio en el que caben muchas cosas, algunas lamentables y otras estupendas. Donald Rumsfeld y Woody Allen, la pena de muerte y los Simpson. No hay que olvidar que la democracia americana lleva en pie más de 200 años, sin refundaciones, arrastrando con ella el peso de los errores que ha cometido por el camino. Alemanes, japoneses o italianos se libraron de esa carga en algún momento de su historia. Recordarle a un simpático japonesito que hace fotos a la entrada del Museo del Prado, que su país aterrorizó, asesinó y gaseó a millones de personas en la II Guerra Mundial, sería considerado un detalle de mal gusto. Por cierto, ¿qué haremos cuando se aproxime directo a la tierra un meteorito de varios kilómetros de diámetro? ¿Llamar al ministerio de Fomento? Aunque sé que algunos preferirían morir achicharrados antes de hacerlo, me temo que habría que hablar con Bruce Willis o alguien que se le pareciera mucho. Yo ese día me compraré una gorra de los Knicks y me aprenderé el himno americano como el padrenuestro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario