viernes, 8 de julio de 2011

ALEMANIZARSE (08/07/2011)

Aquí en España podría parecer una broma de mal gusto, pero no lo es. La agencia alemana para el empleo – el inaem de allí – ha anunciado que, ante la persistente bajada de la tasa de paro – 6.9% de la población activa en el mes de junio - y la consiguiente pérdida de “clientes”, se ve obligada a la supresión de 10.000 puestos de trabajo en su plantilla de aquí a 2015. Por su parte, la CEOE alemana ha mostrado su preocupación por la falta de trabajadores cualificados para cubrir los 150.000 puestos vacantes que hay en la industria. Demonios, ¿en qué planeta vive esta gente? Para nuestro bochorno, compartimos el mismo continente. En España nos gusta sacar pecho por los triunfos deportivos, pero debemos arrastrar el sambenito infamante de estar a la cabeza de Europa en la siniestra competición del desempleo, con una tasa de más del 20%. Admitámoslo: estamos fracasando clamorosamente como país. Si ser joven y español significa estar condenado a no tener trabajo ni un proyecto de vida estable, no entiendo como no nos hacemos todos alemanes. Bueno, en realidad sí lo sé: porque la vida es demasiado corta para aprender alemán. Por tanto, ya que somos españoles los que no podemos ser otra cosa- Canovas del Castillo dixit- empecemos a actuar de una santa vez en este asunto. Todas las propuestas del gobierno, de la oposición (si es que llegaron a hacer alguna), de los sindicatos, han fracasado. ¡Intentemos otras! Drásticos cambios en la legislación laboral, por ejemplo. Alemanicémonos. Estos días, el portavoz de la agencia de empleo germana se mostraba pesimista sobre la posibilidad de convencer a diplomados españoles para que ocupasen los puestos de trabajo vacantes en Alemania. “No tenemos fama de país acogedor”, se quejaba. Ay, alma de cántaro, si tú supieras... Mañana empiezo a estudiar alemán.

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