viernes, 9 de septiembre de 2011

ABIERTO POR OBRAS (09/09/2011)

La catedral de Santa María de Vitoria descansa en lo alto de una colina. En ese mismo lugar, sobre las humildes chozas de la aldea de Gasteiz, el rey Sancho VI de Navarra fundó la ciudad en 1181. Encastrado en la muralla, el templo tuvo en sus comienzos un aire sobrio y militar, pero a medida que el poder de la villa aumentó, sus autoridades lo embellecieron con pesadas bóvedas de piedra. Así comenzaron los problemas. El equilibrio de fuerzas se alteró, aparecieron grietas en sus muros y los pilares se inclinaron. A lo largo de los siglos, las operaciones de restauración solo lograron victorias efímeras contra la obstinada gravedad: conseguían que el edificio no se desplomara, pero creaban un nuevo problema estructural que legaban a la siguiente generación. La última restauración fallida, en 1967, hizo exclamar imprudentemente al obispo de la diócesis: “¡Hemos salvado la catedral para otros 600 años!” En 1994, el edificio se declaraba en ruinas y se cerraba al culto. Muchos pensaron que la catedral vieja estaba maldita, pero la sociedad vitoriana no se rindió. Planearon una restauración metódica, para intentar sanar de una vez por todas al viejo edificio enfermo. El precio a pagar sería alto, en muchos sentidos: las obras mantendrían la catedral cerrada durante décadas. Y entonces alguien tuvo la idea genial. ¿Por qué no mantener el templo abierto a los visitantes durante la restauración, y convertir a ésta en un atractivo añadido? Así nació “Abierto por obras”. En los últimos años, cientos de miles de turistas han recorrido los andamios de la catedral de Santa María ataviados con un casco, disfrutando de una perspectiva única del arte y de la historia. Llovieron los premios internacionales, las visitas de nombres ilustres. Al autor de la idea se lo tragó el anonimato, por humildad propia o ingratitud de otros, quién sabe. Chapeau.

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