jueves, 5 de noviembre de 2009

FELICIDAD (30/10/2009)

¿Cuál es nuestro primer objetivo en la vida? No existe otra pregunta en el mundo que pudiera obtener una respuesta más unánime: ser felices. Es sorprendente que una cuestión tan básica haya sido durante tanto tiempo -Aristóteles ya reflexionaba sobre la felicidad hace más de 2000 años- un concepto tan difícil de atrapar. Intentando aportar algo de luz sobre el asunto, la Universidad Erasmo de Rotterdam publicaba esta semana su tradicional ránking de felicidad por países. España figura en un honroso puesto 20, de un total de 148. Costa Rica, Dinamarca e Islandia son los países más felices, mientras que los cinco últimos de la lista pertenecen al continente africano. Lo primero que llama la atención es comprobar que los países más pobres del mundo figuran en los últimos puestos mientras que los más desarrollados se encuentran todos en la primera mitad del ránking. Es evidente que sin alimento, sin una forma digna de ganarse la vida y sin atención médica básica, es imposible alcanzar la felicidad. Sin embargo, hay algo más. ¿Por qué dos países como Dinamarca (nº 2) y Francia (nº 50), tan similares en renta per cápita, tan próximos geográficamente, ocupan puestos tan dispares en la lista? Gran interrogante. Si todo fuera tan sencillo como ganar dinero y comprarse un coche más grande, probablemente estaríamos escribiendo de otra cosa. ¿Sabían que tener perro aumenta en un 20% las posibilidades de ser feliz? No es que estos animales aporten una sabiduría especial, no. Al parecer, los dueños de perros tienen muchas más posibilidades de establecer relaciones sociales, gracias a sus mascotas. Me temo que nunca tendré chalet o un Hummer 4 por 4. Pensándolo bien, debería centrarme en hacer amigos y en conservar a los que aún me quedan.

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