viernes, 3 de junio de 2011

CENSURA (02/06/2011)

Meses atrás, críticos y periodistas ponían el grito en el cielo: ¡la censura ha vuelto! Un juzgado de San Sebastián había prohibido la proyección de “A serbian film”, una lamentable película que mostraba escenas bastante explícitas de contenido pedófilo. Como suele ocurrir, la polémica solo sirvió para que se hablase de ella y le concedieran injustamente un premio en un festival donostiarra. Censura es una palabra fea – rima con clausura, usura, supura – y parece algo más propio de Berlanga y los funcionarios rijosos del franquismo que mutilaban besos con lengua, que del cine actual. Sin embargo, la realidad siempre se empeña en poner a prueba nuestros principios. Este año, el festival de Cannes ha celebrado el 40 aniversario del estreno de “La naranja mecánica”. A diferencia de la serbia, la película de Stanley Kubrick es endiabladamente compleja y genial. Después de verla, un espectador libre de prejuicios podría pensar que es una película peligrosa, una obra maestra, o ambas cosas al mismo tiempo. “La naranja mecánica” es ultraviolenta, pero de una forma mucho más contagiosa que los videojuegos o las películas de Hollywood: en ella, la violencia se practica con frialdad de superhombre y a ritmo de Beethoven. Su efecto sobre los espectadores jóvenes muestra el poder seductor del mal cuando se viste con una estética atractiva y es ejercido por un líder carismático. ¿Censuramos? No quiero parecer un ministro de información y turismo, pero creo que su visionado debería ser limitado a los mayores de 25 años. ¿Y qué hacemos con la Constitución y su artículo 12? Honestamente, no tengo la menor idea. Solo sé que he comenzado el artículo sintiéndome moderno y liberal, y lo termino oliendo a naftalina y abogando porque alguna forma de censura sigue siendo necesaria. Qué poca cosa somos.

3 comentarios:

  1. Con situaciones como esta es cierto que la realidad pone a prueba nuestros principios...

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  2. Vamos a ver, no seamos más papistas que el papa. A Serbian Film es una extraordinaría película que pone de manifiesto una situación real que muchos preferimos pensar que no existe o dejar pasar de largo porque no va con nosotros. La idea del largo no es otra que hacernos ver esa realidad y provocarnos una sensación realmente amarga y dolorosa con la salvedad que como película, no deja de ser ficción. Me parece realmente gratuito catalogar este film de lamentable y ensalzar las grandezas, que dicho sea de paso son muchas, de "La naranja mecánica" siendo que la moraleja última de una y otra no vaya usted a creer que distan tanto. Para la época, la obra de Kubrick era tan subversiva o más que "A serbian film" y además habría que ver la diferencia de presupuestos entre la de Srđan Spasojević y Kubrick para poder hacer una valoración verdaderamente justa.

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  3. Estimado Javicicleta: Mea culpa. Admito que calificar a A Serbian Film de "lamentable" sin haberla visto, es gratuito e injusto por mi parte. Me basé en las opiniones de otros.
    "Una soberana estupidez (...) retórica barata y casposa, que trata de justificar los dislates de un realizador barato inyectando en la trama un reguero inacabable de cháchara" (EL PAIS)
    Esta que cito es la más aparatosa, pero he leído muchas otras que la califican, como mínimo, de mediocre. En realidad, no he leído ninguna que la defienda.
    Sin embargo, reconozco que nada de esto me exculpa. Emplear la fórmula "según la mayoría de los críticos...", habría sido, por mi parte, más justo y fiel a la verdad.
    Por otro lado, creo que nunca llegaré a ver A Serbian Film. Representar la violación de un bebé en una película me parece, como mínimo, desagradable.
    Te agradezco mucho el comentario. Un saludo muy cordial.

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