viernes, 21 de octubre de 2011

ARTISTAS (21/10/2011)

Al paso que vamos, muy pronto, a los artistas españoles ya no se les enterrará en sagrado. Como en los viejos tiempos. Ya no se trata de que los juglares o los cómicos de la legua ejerzan profesiones impuras o simplemente mal vistas por la Iglesia católica, no; las bofetadas a los artistas, que siguen siendo grandes como panes, les llueven ahora de todas partes menos de los púlpitos, que están casi vacíos. En primer lugar, los artistas españoles del siglo XXI han tenido la desdicha de nacer en la era de internet, en la que es tecnológicamente posible copiar y compartir ilimitadamente cualquier obra musical, cinematográfica o literaria. Aún soportan una maldición mayor: haber nacido en la piel de toro. España es el país occidental donde la piratería está más extendida, no solo por las cifras de descargas ilegales, sino por la impunidad con que se mueven los que se lucran con el esfuerzo ajeno y la pasmosa tolerancia de que hacen gala las autoridades. Por si todo esto fuera poco, los creadores españoles de hoy, por una tradición heredada de los tiempos de la canción protesta, se siguen creyendo obligados a proclamar a los cuatro vientos sus convicciones políticas y tomar partido. Una conducta que, en democracia y en un país tan extraordinariamente sectario como el nuestro, se antoja casi suicida. Y, finalmente, llega la SGAE para rematar la faena: en la sociedad de gestión de los derechos de los artistas se destapa un caso de corrupción de cifras millonarias. ¿Resultado de todo este desatino? Las nuevas generaciones viven en la creencia de que los artistas españoles son unos caraduras, que la cultura debería ser tan gratuita como el aire que respiran, y que las creaciones artísticas se fabrican como las barras de pan. Que Dios nos coja confesados. Tuvimos un siglo de oro y una edad de plata. Hoy caminamos hacia la edad de piedra.

2 comentarios:

  1. ... efectivamente.... y las obras plásticas también se roban, piratean y plagian.... hace bien poco he sido testigo de varios casos.... hacia la edad de (cartón) piedra vamos....

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  2. Tienes razón, Julio. Hubiera sido más propio decir "cualquier obra artística susceptible de ser digitalizada se expone al robo de los desaprensivos..."
    Abrazos.

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