domingo, 7 de diciembre de 2014

Ctrl + Z (05/12/2014)

Odio las infusiones con azúcar. Eché dos cucharadas en la taza pensando que era café y mi mente ordenó a la mano izquierda acudir rauda a las teclas Ctrl + Z para deshacer el entuerto. El problema es que estaba en medio de la cocina y no frente a una pantalla de ordenador, y mis dedos teclearon ridículamente el vacío. Si mi mujer me hubiera visto, le habría dicho que estaba recordando una bonita sonata de Chopin. Para no preocuparla, vamos. Esta anécdota real prueba dos cosas: primera, que quizás me esté volviendo un poco majareta; y dos, que la informática está cambiando nuestra forma de percibir e interactuar con la realidad. Y eso que esta tecnología está todavía en fase primitiva. ¿Se imaginan lo que ocurrirá dentro de unos años cuando todos vayamos con nuestras gafas de realidad virtual? Que ya no sabremos si nos estamos preparando una valeriana o si estamos dentro de un anuncio de cocinas que no hemos podido evitar porque no tenemos contratada la versión de pago... Al hilo de estas disquisiciones, ha levantado mucho revuelo esta semana la noticia de que los colegios de Finlandia, cuyo modelo educativo es la envidia de toda Europa, va a sustituir la caligrafía por la mecanografía como asignatura obligatoria en su programa. Sí, la medida parece algo radical pero no falta de argumentos. Porque la escritura manual se está quedando para apuntar teléfonos – cuando no puedes utilizar el tuyo porque estás hablando – y para hacer la lista de la compra. Esta gigantesca revolución tecnológica lo cambia todo. Nuestra forma de elaborar las ideas, ordenarlas, memorizarlas o incluso redactarlas. Estoy seguro de que hasta la propia estructura física de nuestro cerebro está cambiando por el fenómeno de teclear. En todo caso, no se preocupen. Siempre nos quedarán esas teclas mágicas. Ctrl + Z.

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