viernes, 29 de mayo de 2009

VISCA EL BARÇA! (29/05/2009)

Mi equipo no es el Barça. Además, como es fácil deducir por la columna de la semana pasada, ando algo escocido con la pitada que dedicaron sus seguidores y los del Atletic de Bilbao a los símbolos patrios, y por extensión a mi sensible persona, durante la última final de la Copa del Rey. “Mira que eres facha”, me espeta un buen amigo, poco aficionado a los matices en ciencia política. “Me acabo de comprar las obras completas de Manuel Azaña, 200 euros del alerón” le contesto como un calamar echando tinta, huyendo entre la confusión hacia temas menos espinosos. No soy del Barça, como digo. Lo que pasa es que este equipo juega tan primorosamente que cuando el balón se pone a rodar, me subo al carro como un romero almonteño, me acuerdo de Serrat, de mi abuelo Agustín España, sereno – de profesión – barcelonés, y al tercer grito de “¡Huuy!” todo el vecindario cree que en el tercero derecha vive el fundador de la Agrupació Culé del Barri de la Almozara, sí chica, quién va a ser, el marido de la hija de la Luci, que se bebe los quintos de Ambar como si fueran agua de solares... Y luego además está Carles Puyol, el tarzán de la Pobla de Segur, coloso de la defensa barcelonista y uno de mis jugadores favoritos. No es alto, no es mediático, no tiene una técnica depurada, y sin embargo ha llegado a la élite mundial. Por carácter. Los aspirantes a futbolistas deberían fijarse más en el indomable Puyol que en el depilado Ronaldo o en los regates eléctricos de Messi. A la final de la Champions sólo le faltó un gol suyo para ser el partido perfecto. Y qué me dicen del Pep Guardiola, niño prodigio reconvertido en la encarnación de la prudencia y la sensatez. Y del Xavi, y del Iniesta... madre mía, vaya equipo. Gritemos hoy bien alto pues: Visca el Barça! Mañana ya veremos.

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