viernes, 28 de agosto de 2015

LA VIDA ES CORTA (28/08/2015)

Y las patas de las mentiras también lo son. Eso es lo que parece que un grupo anónimo de hackers se ha empeñado en demostrar al apoderarse de las bases de datos de Ashley Madison, una peculiar empresa de contactos canadiense con más de 31 millones de clientes en 45 países. “La vida es corta. Tenga una aventura”. Así reza el slogan de la empresita de marras, un brindis a la infidelidad, a la cana al aire, una oferta de aventuras extramatrimoniales en el anonimato de internet que ahora puede convertirse en una pesadilla para millones de clientes - hombres en un 80% - que ven amenazada su reputación de buenos padres y madres de familia. Y no se crean que para ser cliente de Ashley Madison hay que vivir en Minnesota o Wisconsin: si consultan el mapa mundial de ciudades donde viven los aspirantes a infieles, se sorprenderán de ver nombres tan familiares como Andorra, Alcorisa, Calanda, Valderrobres, o Alcañiz. ¿Qué piensan hacer estos hackers con la información robada? Eso mismo se estarán preguntando desde hace días unos cuantos millones de infelices, entre ellos, posiblemente, alguno que esté leyendo estas líneas. No se sabe a ciencia cierta, pero seguro que nada bueno. La policía canadiense ha informado ya de varios intentos de extorsión y de un par de suicidios. La verdad, espero que a ninguna otra víctima se le ocurra una salida por la tangente tan radical y dramática. En los tiempos que corren, donde por suerte ya nadie amenaza a sus semejantes con la condenación eterna - o si lo hace, se le toma a bufa - no creo que los juicios sobre el comportamiento sexual o sentimental de los demás importen demasiado. Si alguien ha sido cazado en una mentira, que lo afronte con entereza. Y que aprenda la lección. Poner los cuernos a tu pareja siempre conllevará peligros y nadie, ni siquiera una tal Ashley Madison, podrá impedirlo.

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