sábado, 28 de marzo de 2009

MALOS TIEMPOS PARA LA LIRICA (Enero 2008)

Fue mi primer delito. Injurias al Jefe del Estado, nada menos. Miré a un lado de la calle, a otro, y comencé a entonar en voz baja: Franco, Franco, tiene el culo blanco porque su mamá, lo lavaba con Ariel... ¿Quién ha dicho que el himno nacional nunca tuvo letra? No se si este episodio de la infancia me hace acreedor a una mención en mi biografía “tomó un papel activo de lucha contra el régimen en las postrimerías del franquismo...”, pero lo recuerdo con gran emoción. Los tiempos han cambiado mucho. Hoy, para injuriar al Jefe del Estado, se queman unas fotos o se publica un libro sobre sus intimidades conyugales. Los que no parecen haberse dado cuenta son los promotores de la letra del himno nacional. Como era previsible, todo el asunto ha acabado como empezó: bastante mal. La letra de Paulino Cubero, parado manchego de cincuenta y tantos, fue primero filtrada a la prensa, luego blanco del cachondeo general y finalmente retirada. Se veía venir: ¿qué sabe de letras de canciones un catedrático de derecho político? En un país como España, con una crisis de identidad del tamaño de Australia, pretender, en el siglo XXI, poner letra a un himno del XIX, se antoja una tarea al alcance de muy pocos. Y no sólo por cuestiones políticas. Los tiempos del sms son malos para la lírica. Propongo un plan de urgencia de tres puntos para resolver el desaguisado: 1 Convertir a Paulino Cubero en funcionario para ayudarle a pasar el mal trago. 2 Encargar la letra a Serrat y Sabina y, cuando éstos se nieguen, olvidarse del tema para siempre. 3 Acortar la duración del himno para evitarnos ese rato tan embarazoso en las ceremonias de premios. Quién sabe. Si nos vuelve a invadir Francia o ganamos un mundial, quizá retomemos el asunto.

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