sábado, 28 de marzo de 2009

RECREADORES (Noviembre 2007)

Aunque conmemoren batallas, es una afición propia de sociedades civilizadas que sólo han conocido la guerra a través de los telediarios. Es difícil imaginar a los irakíes o a los sudaneses jugando a la recreación histórica; por desgracia, tienen guerras verdaderas de las que ocuparse. Los recreadores no son militares. Sienten pasión por la Historia y se quedan con los aspectos más atractivos de la filosofía y la parafernalia guerrera – los uniformes, las armas, las tácticas, la camaradería y el heroísmo –, dejando a un lado los más desagradables. En las recreaciones de batallas históricas no hay sangre, nadie se comporta como un cobarde y, por descontado, nadie muere. El pasado sábado se cumplía el 199 aniversario de la Batalla de Tudela y la Asociación de los Voluntarios de Aragón organizó unas jornadas conmemorativas. Acudieron “tropas” de Francia, Polonia y de diversas partes de España, pertenecientes a unidades que lucharon en Tudela en noviembre de 1808. No faltaron cañonazos, disparos de mosquete y desfiles solemnes. El espectáculo mereció la pena, y no sólo por los llamativos uniformes o la fidelidad con que se recrea hasta el último detalle del vestuario y el armamento. A pesar de escenificar una batalla, entre los combatientes se respiraba paz y armonía. Que franceses, polacos y españoles sean capaces de reunirse hoy para recordar un hecho tan sangriento y hacer evidente su reconciliación total es algo que, cuando se contempla de cerca, llega a emocionar. La derrota o la victoria ya no importan (¡En 1808, los españoles fuimos literalmente barridos por los gabachos!) Hoy cuenta el respeto a los caídos, la admiración por su valor y, por qué no, el entretenimiento. En enero, los recreadores estarán en Alcañiz.

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