PATAKY (Marzo 2007)

No se si alguien ha caído en la cuenta de que las portadas de Elle e Interviú esta semana son intercambiables. Desde luego, la vista posterior de Elsa Pataky que aparece en la revista femenina, sería una dignísima primera de cualquier semanario masculino lleno de motos, coches y mujeres esculturales. No me convence el argumento de la directora de Elle que afirmaba, indignada, que las fotos de su revista eran de otro gusto y estaban realizadas con una intención “completamente diferente” a las aparecidas en su insólita competidora. Si ella es ingenua, yo un pervertido. Si ella es cínica, yo sigo siendo un pervertido. En plena Silicon Age, con los salvajes limones del Caribe perdidos en la memoria adolescente, el pecho femenino sigue devaluándose inexorablemente. La portada de Interviú con el frontal de Elsa Pataky tiene un aire setentero, ucedeísta, en la mejor tradición de Lola Flores y Marisol. La revista Elle le ha ganado en su propio terreno: el bonito trasero de la actriz se me antoja infinitamente más turbador.Consideraciones eróticas aparte, si a la revista Interviú no se le cae el plumero por la publicación de unas fotos robadas de una mujer desnuda, sin su consentimiento, podremos afirmar que nuestro país se ha convertido en un circo. Como sigamos así, vamos a recibir una condena de Amnistía Internacional por maltrato a minorías. No a los homosexuales, a los gitanos o a los inmigrantes. A los famosos. España es el paraíso de los paparazzis y, para algunos, la ética periodística una frivolidad. Creo que nadie debería tener derecho a lucrarse con la imagen no consentida de una mujer en la playa. O de un padre yendo a buscar a su hijo al colegio. Aunque sea rubio y se llame Brooklin.